Los dos Ăşltimos signos aparecen ligados entre sĂ.
Tal vez inscripciĂłn de propiedad; sin embargo, la palabra carece de paralelos definitivos. Panosa, tras observar la rareza de la secuencia u+vocal en ibĂ©rico, propone dos posibilidades de análisis. La primera pasarĂa porconsiderar uatina como nombre personal formado por u–, presumiblemente la inicial del primer formante antroponĂmico, y un segundo elemento atin (§7.19), al cual se añadirĂa el sufijo ––a, quizás reconstruĂble en –a[r. La segunda consistirĂa en relacionar uatina con el gentilicio latino Vatinius.
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