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CITACIÓN:    BDHespB.07.01, consulta: 15-09-2025

 

 YACIMIENTO:  MUNICIPIO:
 PROVINCIA:      REF. HESPERIA:  REF. MLH:
 DEPÓSITO,N.INV.  OBJETO:   TIPO YAC.:

 

 
Generalidades Texto EPIGRAFÍA Y
PALEOGRAFÍA
Ilustraciones Contexto Arqueológico Bibliografía

 

 FUENTE LEC.: SEPARADORES: Nº TEXTOS:

 LENGUA:    SIGNARIO:    SISTEMA DUAL:
 METROLOGÍA:

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Inscripción sobre piedra. Dos línias de escritura en dirección dextrógira.

La última edición de la inscripción propone una la identificación en la inscripción de dos posibles divinidades, una, baŕkar / balkar, compartida con otras inscripciones rupestres de La Cerdanya, Sant Martí de Centelles y El Cogul. Mientras que la segunda taŕ, que aparece acompañada del morfema ika, estaría presente también en una de las inscripciones rupestres de L'Esquirol también en la orilla del Ter, donde aparece acompañada del elemento bait(e). La hipótesis planteada es que taŕ fuese una divinidad o epíteto fluvial ligado al río Ter, pero a pesar de la semejanza formal, el nombre antiguo del río Ter transmitido por las fuentes clásicas y medievales es Ticer, circunstancia que, en principio, impediría considerar taŕ como el antecesor ibérico del Ter.

El elemento taŕ es un claro formante antroponímico, normalmente como segundo formante. El morfo (i)ka suele acompañar a antropónimos que van seguidos de alguna cantidad

El elemento inicial baѓka se considera normalmente un formante antroponímico, como variante de los más frecuentes baŕke y balke. De hecho, se podría estar usando con esta función en baŕkabiuŕ, presente en una cerámica ática (C.2.32) de Ullastret, que podría ser una forma equivalente a balkebiuŕ.

El elemento ildum, variante de ildun / ildur / ildu, con la habitual oscilación de la nasal especialmente en posición final, es un formante antroponímico muy frecuente.

El paralelo más directo de baidi sería la forma baiti, que aparece aislada en un pondus de Azaila (E.1.362) y podría ser estrictamente un onomástico formado por un primer elemento bai, y un segundo elemento ti, ya que ti también aparece en antropónimos como formante, como sería el caso de biuŕti, en una cerámica (GI.10.02). El paralelo más interesante sería el elemento bait(e) de la inscripción rupestre de Sant Martí de Centelles que aparece siguiendo en el elemento taŕ, que podría ser el mismo que se documenta en el texto taŕika en la primera línea de este texto.

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Aunque no se aprecie ninguna dualidad explícita, la presencia de las variantes complejas de ka, así como la compleja de ta a o incluso la simple de tu en ildum, son indicios favorables a considerar que la escritura usada sea dual.

Por lo que se refiere a la primera línea, los signos identificados por Untermann al inicio de la primera línea, ]+à++, con los datos actuales no se pueden dar por confirmados. En cualquier caso, si algún día llegaran a confirmarse como signos, por la longitud de los trazos y la separación del último trazo con el signo siguiente, habría que pensar en un texto independiente. En segundo lugar, el signo que se interpreta como un signo be3, es en realidad la variante compleja de ta. Finalmente, los últimos signos de la primera línea identificados por Maluquer ypor Untermann tampoco parecen existir.

Respecto a la segunda línea, el cuarto signo es leído como a3 por Untermann y como r4 invertido por Maluquer y Velaza, que parece la propuesta correcta. Sin embargo, estrictamente, lo que se ve es un trazo diagonal de ligera trayectoria curvada. Si se considera completo, sería un signo l2 ligeramente irregular y con el trazo más corto de lo que se desprende del claro signo l que aparece más adelante. Pese a la presencia de algún posible trazo superior, que probablemente sea de origen natural, las reconstrucciones como i1 o n1 no parecen factibles. Para reconstruir un r5 debería suponerse que la mitad inferior del trazo curvado se ha perdido, quizás sin llegar estrictamente a la base. Probablemente, la reconstrucción más natural sería la ya propuesta como signo r4 invertido, quizás como trazado defectuoso de un r5.

Uno de los signos más controvertidos de esta inscripción es el supuesto signo bu, ya que sería uno de los escasos ejemplos del uso de este signo en escritura ibérica nororiental y el único documentado en las zonas C y D. El análisis del dibujo publicado de la inscripción hace sospechar de alguna irregularidad ya que este signo está más separado del anterior de lo que sería normal. Y la autopsia de la inscripción y las fotografías antiguas confirman las sospechas, ya que los trazos que cerrarían el rectángulo no se identifican y en cambio existe un posible trazo diagonal que permitiría identificar un signo o2, o alternativamente se podría considerar que son dos trazos verticales en forma de unidades de cuenta.

En el espacio vacío del dibujo original se identifica un claro signo i que encaja bien con los siguientes signos para formar un familiar ildum con la base del signo tu1 poco marcada e inclinada. Los siguientes signos vuelven a ser dudosos, del primero sólo está claro el trazo vertical, probablemente ba1, teniendo en cuenta la proximidad del siguiente signo, en lugar del signo a de la lectura original. El segundo, leído originalmente n, podría serlo, aunque estrictamente los trazos visibles son los que definirían un signo l2, la separación respecto del siguiente signo sería favorable a reconstruir un n1 o un i1. Sí se confirma el signo ti de la lectura original. En cambio, el signo ŕ final de la lectura original no parece existir, ni siquiera el trazo vertical que plausiblemente debería ser visible.


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