Desde un punto de vista lingüístico, la inscripción se caracteriza por presentar una gran acumulación de nombres personales. Procedemos a continuación al análisis de las formas onomásticas identificables en el plomo, así como del resto de elementos léxicos reconocibles:
Texto A1:
sakaŕaŕgi: antropónimo formado con las bases onomásticas sakaŕ y aŕki (MLH III.1 §7.14 y §7.96; Rodríguez Ramos 2014, no 12 y 113, respectivamente).
sadugelur: aunque el contexto lingüístico podría sugerir que se trate de otro antropónimo, no existen paralelos concluyentes para tal interpretación. El inicio podría esconder una variante del formante saltu (MLH III.1 §7.98; Rodríguez Ramos 2014, no 115; cf. asimismo el nombre personal abreviado satu (AUD.05.21)), seguida del infijo -ke-, conocido como nexo entre formantes (Moncunill y Velaza 2019, 282), y de una segunda base tal vez interpretable como forma defectiva de ailur (MLH III.1 §7.3; Rodríguez Ramos 2014, no 3) o ilur (cf. ilur·aŕgiŕ (V.04.29,2), a su vez variante de iltur (MLH III.1 §7.63; Rodríguez Ramos 2014, no 66). Otra posibilidad interpretativa, considerando la presencia de las bases analizadas en nombres de lugar como Salduie y abaŕiltur (vid. MLH VI, s.v. Salluia y abaŕiltur), sería considerarlo un topónimo.
uŕkebeŕśe: nombre personal compuesto de uŕke (MLH III.1 §7.140; Rodríguez Ramos 2014, no 168) y beŕś, quizás presente también en s]elkibeŕśar (L.15.02), y que podría ser interpretado como variante de los más frecuentes beŕ o incluso bels (MLH §7.34 y §7.32; Rodríguez Ramos 2014, no 39 y 36), sufijado con -e, tal vez marca de dativo (Moncunill y Velaza 2019, 236). El mismo nombre aparece muy posiblemente de forma incompleta en A2 (vid. infra [---]kebeŕś).
baidesbaiduŕ: secuencia segmentable como baides-baiduŕ. baides es una palabra bien documentada en el corpus ibérico, cuya interpretación resulta, sin embargo, controvertida. Aparece en textos sobre plomo: así en CS.14.01 (Pujol de Gasset); AUD.05.34; .35 y .36 (Pech Maho); MU.04.01 (El Cigarralejo); CS.21.03 y .8 (La Punta d’Orell); V.13.02 (Pico de los Ajos); A.04.03 (La Serreta d’Alcoi); GI.15.04 (El Puig de Sant Andreu) y en los plomos de procedencia desconocida T.00.02; SP.01.01 y .02. La mayoría de estas láminas parecen corresponderse con documentos de carácter comercial lato sensu, a juzgar por su contexto arqueológico (así, p. ej., los plomos de Pech Maho) o por su contenido (cf., por ej., T.00.02, con operaciones contables); sin embargo, la aparición de este término en otros ámbitos, como el religioso o funerario, queda también avalada por lo menos por el plomo grecoibérico de El Cigarralejo (MU.04.01), al que puede atribuirse una funcionalidad ritual, tanto por proceder de una tumba como por las características físicas del soporte y la disposición particular del texto (de Hoz 2010, 419-420). Desde un punto de vista lingüístico, el contexto de aparición típico de la palabra es justo delante o detrás de antropónimos, que pueden aparecer sin ningún tipo de sufijación, como en una simple enumeración. Esta particularidad ha hecho suponer que pudiera tratarse de una forma apelativa en relación con estos nombres, indicando tal vez los testigos o garantes de una determinada transacción o pacto (Rodríguez Ramos 2004, 268; Orduña 2006, 89; Moncunill 2007, 89; Moncunill y Velaza 2019, 120), del mismo modo como ocurre en el plomo griego de Pech Maho, donde una serie de personajes con onomástica precisamente ibérica son invocados en cualidad de μάρτυρες. En cuanto a la etimología de la palabra, Orduña (2006, 90) propone que pueda corresponderse con un préstamo del propio término griego, mientras que Rodríguez Ramos (2014, 100) plantea que se trate de una adaptación del celtíbero ueizos, palabra formada con la raíz indoeuropea *weyd- ‘ver’. El análisis como forma nominal no es, no obstante, concluyente, y algunos autores han preferido otras interpretaciones, como que pueda tratarse de una forma verbal (Untermann 1987, 47-48; 2014, 94; Quintanilla 2005, 516), atendiendo a la diversidad de los sufijos con los que baides puede combinarse, a saber -ki(-ke), -ban, -bi, -i, -ir, y al hecho de que ninguno de ellos se documenta claramente tras nombres de persona. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que algunas de estas partículas (-ban y -bi) podrían corresponderse con numerales (Ferrer i Jané 2009, 454 nota 9), una interpretación compatible tanto con un valor nominal como verbal de baides. En definitiva, a pesar de que el contexto de aparición de la palabra puede ser definido con bastante claridad, su interpretación queda todavía abierta. Siguiendo con el análisis del resto de la secuencia, baiduŕ podría, a su vez, ser un apelativo en relación con baides, del que podría incluso compartir la base baid-, aunque un análisis como antropónimo no es tampoco imposible: el primer formante, bai, lo hemos identificado en A2 en el nombre baibeŕ (vid. infra), para el segundo, puede traerse a colación tuŕś (MLH III.2 §7.132; Rodríguez Ramos 2014, no 163).
Texto A2:
istabansgetuřun: secuencia compleja probablemente segmentable como istaban-s-ge-tuřun. El inicio podría esconder un antropónimo istaban, que se repetiría en la segunda línea de este mismo texto, y que podría ir seguido en este caso de un hipotético sufijo -s, para el que disponemos de paralelos en relación con la toponimia, pero no de forma clara, sin embargo, con nombres de persona. Los elementos constitutivos del antropónimo serían ista(n) (cf. Istamiuris (CILA III, 154) y tal vez también ]ista (HER.02.323) y stanko (GI.20.01); MLH III.1 §7.65; Rodríguez Ramos 2014, no 169) y ban (elemento documentado, por ejemplo, en ban·śor (AUD.05.35,9) o ban·tuin–ḿi (B.41.03,1/2); Rodríguez Ramos 2014, no 25). En el final de la secuencia se aísla -ge-tuřun, que alterna con un final en vibrante en la siguiente línea del texto (-ge-tuřur), y donde probablemente debe identificarse un sufijo o infijo -ge- bien documentado en relación con nombres personales (Moncunill y Velaza 2019, 241-242), y una forma -tuřun para la que no disponemos de paralelos, salvo la forma ya mencionada del mismo texto.
bilosḿilun: pueden identificarse los formantes bilos (MLH III.1 §7.39; Rodríguez Ramos 2014, no 45) e ilun, plausiblemente variante de iltun (MLH III.1 §7.62; Rodríguez Ramos 2014, no 66), unidos con el infijo -ḿ-, cuya aparición en antropónimos formados con un segundo formante iltiŕ o iltun está bien documentada: cf. ete·ḿ·iltiŕ (V.00.01,B), selki·ḿ·iltun (V.16.01,A–10) y lakun·ḿ·iltiŕ–te (CS.21.03,B–4).
niosildiř: antropónimo compuesto de nios e ildiř (MLH III.1 §7.94 y §7.61; Rodríguez Ramos 2014, no 104 y 65).
bilosnḿildiřde: compuesto antroponímico formado con bilos (MLH III.1 §7.39; Rodríguez Ramos 2014, no 45), el infijo -nḿ- posiblemente variante de -ḿ-, aislable también en bilosḿilun, del mismo texto (vid. supra), e ildiř (MLH III.1 §7.61; Rodríguez Ramos 2014, no 65), y el sufijo -de (vid. Moncunill y Velaza 2019, 213).
kontaŕ[---]: si la secuencia fuera completa, serían aislables los formantes antroponímicos kon y taŕ (MLH III.1 §7.77 y §7.115; Rodríguez Ramos 2014, no 88 y 138).
[---]kebeŕś: es posible restituir el nombre personal uŕ]kebeŕś, tal como aparece en el texto A1, en aquel caso sufijado con -e.
istaban: vid. supra istabansgetuřun.
saŕsiŕśintaliger: el inicio de la secuencia puede corresponderse con un antropónimo saŕ·siŕ. Para el primer formante, cf. ildiŕśar (AUD.05.34,19) y kuleśare (HER.02.374, 2/3)); para el segundo, siŕ, vid. MLH III.1 §7.105; Rodríguez Ramos 2014, no 123. El resto del texto resulta más opaco: una segmentación como śin-tali-ger permitiría evocar los formantes sin(e) (MLH III.1 §7.104; Rodríguez Ramos 2014, no 191) y keŕe (MLH III.1 §7.72; Rodríguez Ramos 2014, no 82), a pesar de la discrepancia en la sibilante y vibrante, y de no disponer de paralelos para el segmento -tali-.
baibeŕkegetuřurtařaŕger: secuencia compleja en la que es posible aislar varios elementos onomásticos. En la parte inicial puede segmentarse un nombre personal bai·beŕ o, tal vez mejor bai·beŕke, si tomamos en consideración el paralelismo con la estructura istabans-ge-tuřun, de este mismo texto. En ambas posibilidades obtendríamos un primer formante bai identificable también en u]lti·bai (V.06.050) o beŕ·bai (B.4.1), además de algunas marcas de propiedad donde aparece de forma aislada (D.4.11, TE.02.064,B y TE.02.441); para la primera segmentación bai·beŕ sería posible reconocer a continuación el formante beŕ (MLH III.1 §7.34; Rodríguez Ramos 2014, no 39); para la segunda posibilidad, bai·beŕke, contamos, en cambio, con un único paralelo: beŕkebeśa (T.07.01). Seguidamente, es posible aislar -ge-tuřur, que alterna con un final en -n en la forma istabans-ge-tuřun, en el inicio de este mismo texto (vid. supra). Encontramos, por último, otro antropónimo, tař·aŕger, compuesto de taŕ (MLH III.1 §7.115; Rodríguez Ramos 2014, no 138) y aŕker (MLH III.1 §7.14; Rodríguez Ramos 2014, no 12).
Texto B:
inkařistanur: la posibilidad de aislar un formante istan, que hemos identificado en A2 en el nombre istaban (vid. supra), permitiría segmentar el texto como inkař-istan-ur, pero el análisis del conjunto como forma antroponímica no es claro.
biuŕboloŕ: antropónimo compuesto de biuŕ (MLH III.1 §7.43; Rodríguez Ramos 2014, no 50) y boloŕ, tal vez variante de boloi (cf. uŕkaboloi (V.04.29,3)) o bolai (MLH III.1 §7.44; Rodríguez Ramos 2014, no 51).
beiriar: podría tratarse de un nombre personal formado sobre las bases beir (cf. śani·beiŕ (CS.21.07, A–3) y tal vez variante del formante beŕ (MLH III.1 §7.34; Rodríguez Ramos 2014, no 39)) e iar (MLH III.1 §7.56; Rodríguez Ramos 2014, no 61). Pese a todo, también podría ser una forma verbal de estructura semejante a egiar.
niosiltun: antropónimo constituido de nios e iltun (MLH III.1 §7.94 y §7.62; Rodríguez Ramos 2014, no 104 y 66). Es destacable la aparición de los dobletes niosildiŕ/niosiltun y bilosnḿildiř/bilosḿilun, siguiendo el mismo patrón detectable en aiuniltiŕ (D.8.1)/aiuniltun (B.41.05), ildiŕadin (A.100.12)/ilturadin (E.1.1), lakuiltum (T.07.01)/lakunḿiltiŕ (CS.21.07), eteḿiltiŕ (V.00.01)/eteiltuŕ (V.13.03), pero que hasta el momento no se había documentado en una misma inscripción. Los dos elementos de la variación se combinan en iltiŕailtune (PYO.1.22,2).
tortin: nombre personal simple formado con tortin (MLH III.1 §7.134).
bilosḿilun: antropónimo que se repite en A2 (vid. supra).
baibege: antropónimo formado con bai (vid. supra bai·beŕ) y bege (cf. bege·ber (PYO.07.01)).
beśgaldai: posible nombre personal compuesto de beś (cf. sakaŕ·beś (MU.04.01,2), que podría ser variante de ibeś (MLH III.1 §7.58; Rodríguez Ramos 2014, no 62) o baś (MLH III.1 §7.27; Rodríguez Ramos 2014, no 30)) y galdai, que hemos puesto en relación con el elemento galdu de los antropónimos Galduriaunin (CIL II2 / 7, 26) y Tannegaldunis (CIL II2 / 14, 759).
leigeuborařeukun: secuencia de análisis incierto en la que es posible aislar el elemento leige-, que se repite en el inicio de la palabra siguiente, y para el que no disponemos de paralelos aclaratorios: si bien existe formalmente la posibilidad de aislar un radical lei, quizás variante del formante leis (MLH III.1 §7.85; Rodríguez Ramos 2014, no 97), de un sufijo o infijo -ge, tal interpretación haría esperable a continuación otro formante antroponímico, pero la secuencia que sigue no presenta paralelos claros. Para el final, el paralelo más directo se encuentra en el grafito parietal ukun-ban (TE.14.01), donde la estructura en la que se inserta el elemento haría posible una interpretación de este como nombre común; sin embargo, otra alternativa sería equipararlo con la secuencia, posiblemente de carácter verbal, biteukin (L.01.03).
leigenikansar: es posible una segmentación como leige-ni-kans-ar. El inicio coincide con el de la secuencia anterior leigeuborařeukun (vid. supra); para kans, cf. las marcas de propiedad kans (TE.02.262; GI.10.21), y, con la otra sibilante, sikeikanśar (B.11.01) y kanśkebe (B.23.01), paralelos que podrían apuntar a una interpretación como formante antroponímico, apoyada por un posible final sufijal en -ar, frecuente tras nombres personales probablemente con una función próxima al genitivo (vid. Moncunill y Velaza 2019, 96). De ser esta interpretación correcta, podríamos considerar -ni- como un hipotético infijo entre los dos formantes.
uřgedageř: nombre personal compuesto de uŕke y takeŕ (MLH III.1 §7.140 y §7.111; Rodríguez Ramos 2014, no 168 y 133).
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