EPIGRAFÍA        Numismática        Onomástica        Bibliografia        Mapas       
CITACIÓN:    BDHespV.06.007, consulta: 23-04-2024

 

 YACIMIENTO:  MUNICIPIO:
 PROVINCIA:      REF. HESPERIA:  REF. MLH:
 DEPÓSITO,N.INV.  OBJETO:   TIPO YAC.:

 

 
Generalidades Texto EPIGRAFÍA Y
PALEOGRAFÍA
Ilustraciones Contexto Arqueológico Bibliografía

 

 FUENTE LEC.: SEPARADORES: Nº TEXTOS:

 LENGUA:    SIGNARIO:    SISTEMA DUAL:
 METROLOGÍA:

 OBSERVACIONES EPIGRÁFICAS:     Ver en ventana emergente  

Los textos se distribuyen entre dos láminas de plomo diferentes. La primera de ellas, que contiene los textos C y D, servía de envoltorio de la segunda lámina, que contiene los textos A y B. Esta primera lámina está escrita por ambas caras y contiene, sobre todo, indicaciones metrológicas. La segunda lámina, aplastada y enrollada dentro de la primera, es de difícil lectura por su mal estado de conservación y por contener en ambas caras textos superpuestos.

La distribución de los textos es la siguiente: la cara A, perteneciente al plomo envuelto dentro de otro, contiene cuatro líneas, la primera de las cuales se divide en dos, 1a y 1b. 1a comienza en el margen izquierdo y tiene una longitud de 3 cm. 1b comienza a la derecha de 1a, sobre las últimas de ésta, de forma oblicua, y está acompañada por una línea inferior. Las líneas 2 y 3 comienza al margen izquierdo y se tuercen hacia arriba tras el final de la línea 1a, continuando 0,5 cm más hacia delante. A continuación una línea que va paralela al margen inferior del plomo separa las líneas 3 y 4. Las primeras líneas conservadas de la línea 4 están a 3,5 cm del margen izquierdo. Debajo de esta línea, además, hay restos de otro texto, hoy ilegible.
La cara B del mismo plomo se compone igualmente de cuatro líneas y otra línea más perteneciente a un texto anterior. Así pues la línea 1a cubre a la línea 1b, el texto más antiguo que se conserva en el plomo. No llega a ocupar toda la longitud del campo epigráfico, dado que termina a 2,2 cm del margen derecho. Bajo esta línea 1a se ha trazado una línea paralela a la longitud del borde superior y que cubre a lo largo todo el campo epigráfico disponible. Para Untermann esta línea incisa tiene relación con la línea 1a.
1b es el texto más antiguo del plomo, cubierto, como se ha mencionado arriba, por 1a, y seguido por la segunda línea. Ésta línea 1b cubre toda la longitud del espacio epigráfico disponible y los dos últimos signos giran a la derecha hacia abajo.
La línea 2 se inicia en el margen izquierdo y no llega a cubrir la mitad del campo epigráfico, terminando a 6,3 cm del margen derecho. A la altura de esta línea 2, a 3 cm a la izquierda del margen derecho, hay un signo e con el mismo ductus que la línea 1a. Para Untermann podría tratarse de una corrección o una adición.
Las líneas 3 y 4 están dispuestas en posición invertida a las anteriores. La línea 3 se divide en dos segmentos, 3a y 3b. 3a se sitúa junto al borde superior izquierdo (dando la vuelta al plomo). A partir del 9º signo la línea es ilegible. La línea 3b, por su parte, se inicia a 2 cm a la derecha de 3a, torciéndose hacia abajo y siguiendo su trazado en un nivel inferior al del comienzo y al de la línea 3a. Sobre esta línea hay restos de una cuarta, de la cual son legibles los primeros signos, situados a 3,5 cm del margen derecho.
En cuanto al plomo que servía de envoltorio a éste, contiene dos caras, C y D. Fue cortado intencionadamente para servir de cubierta del otro plomo. Por ello en ambas caras sólo se han conservado las partes finales de cada texto. El texto C está separado por una línea y contiene indiaciones numerales a la derecha y su ductus es diferente al del texto principal de este plomo, D.

En la confección de los textos intervinieron diferentes manos, quizás tres: un primer escritor (Escritor I) debió ocuparse de los textos B.1b, 2 y quizás A.1a y 4; un segundo escritor (Escritor II) debió redactar los textos A.1b, 2, 3 y B.1a y 3a; y un tercero (Escritor III) se ocuparía del texto B.3b, que presenta formas diferentes de los signos. Sobre la línea 4 de B no hay ninguna decisión posible. El escritor II es el único que presenta interpunciones y según Untermann sus líneas debieron ser las últimas escritas antes de que se enrollara el plomo.
Este plomo interior debió ser reutilizado varias veces y para Untermann no es probabe que los textos de los diferentes escritores tengan relación de contenido entre sí.

En el texto A, perteneciente al plomo enrollado, en la primera línea, 1a, bastiki puede contener el segmento basti, también atestiguado en Pech Maho como bastike, bastiŕ (AUD.05.34, 6, 22-23), seguido de un sufijo -ki (MLH III.1 § 530). boutin, en A-1b, se encuentra en NNP.
En la segunda línea del texto A se lee la secuencia eŕe , presente también en la epigrafía de Liria, como por ejemplo en eŕeiskoltetu (V.06.016), en Yátova en eŕeko (V.13.03, B-II, 1), en Ullastret en eŕesu (GI.15.04, A-5) y en Gruissan en eŕeti (AUD.04.02, 1).
En la línea 3 del mismo texto A kaisurarbi puede ser un NP seguido de un sufijo -tan. En esta misma línea sakariskeŕ, también en Alcoy (A.04.01, A-II) y en monedas de Cástulo (Mon.97-5), es NP. bataŕati se pone en relación con bataŕatite (Orleyl, CS.21.07, A-7), isbataŕis (Sagunto, V.04.13), taŕati (Los Villares, V.07.02).
En la siguiente línea, la cuarta, ebaseŕ se compara con ebaśir (Yátova, V.13.03, B-I, 3, 4).

Texto B: en la primera línea, 1a, la secuencia abaŕśen se segmenta como abaŕś, con paralelo en la línea 3 del mismo texto en abaŕtaŕ y en abaŕś de Pech Maho (AUD.05.36b, 6) y el sufijo -en. A continuación se lee sorse que se encuentra también en GI.10.14 (Ampurias), donde quizás sea parte de un NP.
En la línea 1b del texto B iunstir podría representar la primera palabra de un texto al igual que en CS.18.01, A-1 (El Solaig) y A.04.01, B-1 (Alcoy). A continuación abateka se compara con abatekir (V.13.03, A-II,2. Yátova). Si la 20ª letra se lee e en lugar de ḿ da como resultado el NP baiseiltiŕ, al que parece seguirle un segundo NP compuesto por biltu y un elemento antroponímico no atestiguado kaŕin, seguido de un sufijo -ar.
En la segunda línea, B-2, uśtalaibi puede ser NP. etais se compara con taidel mismo plomo (A-3) y etaitor en Ensérune (HER.02.373, 5).
En la línea 3a de este texto B abaŕtaŕ es, o bien, un NP seguido del sufijo -ike, o un apelativo abaŕ y taŕike (=taŕike MU.04.01, 5, Cigarralejo). abaŕ también aparece en la línea 1a del mismo texto.
En la línea 3b del texto B baŕbeko podría ser una abreviatura con -ko como sufijo, de un NP, que se compara baŕboŕ en Azaila (TE.02.313).

Los textos C y D presentan restos de letras de difícil valoración junto con secuencias numerales. En el texto D el signo a delante de los numerales quizás represente la abreviatura de la unidad metrológica, a la que le sigue la indicación de la cantidad; en ]aka probablemente se pueda identificar el sufijo -ka, frecuente ante numerales y vinculado a NNP.

 OBSERVACIONES PALEOGRÁFICAS:   Ver en ventana emergente  

Los signos entre paréntesis, leídos por Fletcher o Gómez-Moreno, son hoy ilegibles.
A la palabra de la l. B 3a abaŕtaŕ se le da una nueva lectura basada en el sistema dual, a cargo de Ferrer i Jané, a saber, abaŕdaŕ. Además el autor corrige la lectura de los signos bo1 del texto como ta.


Filtrar:

Registro actual: 69 de 271