Primer plomo escrito que se encontró. El texto consta de cuatro lÃneas incisas de izquierda a derecha, que comienzan pegadas al borde izquierdo y dejan amplio espacio vacÃo en la parte derecha del plomo. La primera lÃnea está pegada al borde superior del plomo. Interpunciones de tres puntos. El plomo hace uso de variantes marcadas y no marcadas para los silabogramas ka, ke, ki, te, ti. Para ke y ki, incluso, hay variantes con marca simple (ke8, ki7) y marca doble (k11, ki9). Sin llegar a pensar en un uso arbitrario de la marcación, como creÃa Untermann, hay divergencias en la escritura de un mismo término: baitéskà (lÃn. 2) vs. baiteskà (lÃn. 3). Función y contenido obscuros.
En el texto se identifican como NNP con gran plausibilidad : sinebetin, uÅ•kekeÅ•eÅ• (lÃn. 1), sosinbiuÅ• (lÃn. 2) y ultitekeÅ•, aÅ•kitiker, balkebiuÅ• (lÃn. 3-4). De los apelativos que frecuentemente se encuentran en los plomos solo se halla baites, faltando iunstir y Å›alir.
En el plomo se aprecian ciertas repeticiones de términos y secuencias sufijales que proporcionan alguna estructura al texto. Asà tras la secuencia de los dos NPP contiguos (sinebetÃn uÅ•kekeÅ•e, el segundo de los cuales termina en el suf. -e) hallamos otros dos términos compuestos cuyas partes finales contienen la secuencia beikéai, estando el último de ellos también sufijado con -e. Como paralelo, cf. beikeai en Orleyl (CS.21.05), al que le precede uni.
Comienza a continuación una larga secuencia de términos sufijados mediante el sufijo -iu (como ekáŕiu atúniu, táŕbeÅ•oniu koÅ›oiu) o el suf. -u (como el NP sosinbiuÅ•-u), que termina con el término baiteskÃ, que aparece también anteriormente en medio de la secuencia referida. El término se muestra sufijado con -kÃ, a diferencia de baitésban que puede aislarse en la secuencia final del plomo.
La última parte del plomo, tras el segundo baitéskÃ, comienza con beÅ•ikaÅ•sense, que admite comparación con berikaÅ•s de Las Masies de Roda (B.07.01) aunque la lectura de este paralelo no es segura, según Untermann. Es sugerente también una relación de su parte final con la secuencia -kaÅ•s-e que cierra el texto, tras baites-ban-ie. En medio de esta secuencia se aprecian tres NPP, los dos primeros seguidos de -aikas- (ultitekeÅ•-aikas-e, aÅ•kitiker-aikas) y el tercero por -aies- (balkébiur-aies)
LÃnea 1:
Untermann apunta que la secuencia ḿbar- es frecuente en la cerámica pintada de Liria (V.06.036), especialmente en ḿbaŕte. Asimismo considera que aikis puede ser una variante de aikas y aikase. Para abaŕieikite remite a una inscripción paralela de Liria (V.06.009), e interpreta kite como una secuencia sufijal aportando como ejemplo la inscripción de Alloza (TE.06.02) donde parece seguir un nombre común. Pone en relación esta misma forma con la leyenda monetal abaŕiltur (Mon.27), la cual quizá sea un compuesto formado por un NL abaŕ y el apelativo iltur. Este hecho hace que Untermann interprete la secuencia -iei como un morfo.
LÃnea 2:
Delante de beikeaie y de la secuencia -iu aparecen segmentos que también están presentes en NNP, pero en este caso puede que se traten de apelativos: aste-, ekaŕ-, atun-. Para atun aporta algunos paralelos como atun en una inscripción de Los Villares (V.07.02) o atune en Orleyl (CS.21.07). Para la palabra ekusu aduce el paralelo de ekuan en Oliete (TE.05.01).
LÃnea 3:
Con respecto al elemento kaÅ•s, Untermann supone que tal vez exista una relación de identidad con el término kares presente en Orleyl (CS.21.07) y que la forma que observamos en este plomo podrÃa ir acompañada de un sufijo -e(n) y otro -se.
LÃnea 4:
En lo concerniente a aikas, el autor alemán opina que quizá aies, morfo presente en el término que ocupa dos posiciones más a la derecha: balkebiuÅ•aies, podrÃa ser una variante pero aquà con un sufijo -e. Por otro lado, el elemento -ai se encuentra también en las inscripciones de plomo de Orleyl (CS.21.05, CS.21.07).
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