Tres sellos idénticos en el dorso de un dolium. Las letras ocupan el espacio entre la lÃnea circular exterior y otra lÃnea de un cÃrculo interior bastante irregular.
Untermann prefirió leer el texto de izq. a dcha., puesto que el sentido de ki serÃa el habitual y por preferir una a de trazos rectos y una r de forma redondeada, por lo que transcribe aÅ•kibotibekau, con Å• seguramente por error de edición. No obstante, también da como alternativa menos probable la lectura inversa ukabetibokiar, indicando que el final bokiar también aparecÃa en un sello de Ensérune (HER.02.364). RodrÃguez Ramos (2000 y 2002) prefiere la lectura levógira, ukabetibokiar y relaciona bokiar con el elemento ekiar, caracterÃstico de las marcas de producción, proponiendo para bokiar un significado cercano al término latino Officina.
La lectura levógira se confirmó como la correcta tras la propuesta de Ferrer (2005) de cambio de valor del signo leÃdo hasta ese momento como bo, que debÃa leerse ta, identificando el elemento tagiar , que aparecÃa en otros sellos, el ya comentado (HER.02.364) y también por duplicado en otro de Pech Maho (AUD.05.32). El cambio de lectura de bokiar a tagiar mejora y confirma la relación de tagiar con egiar, especialmente con la variante de(e)giar. Por lo que respecta al antropónimo Ferrer (2006 y 2008) propone la lectura dual biuÅ•bedi recuperando el elemento central del sello como primer signo de la inscripción e identificando un signo bi irregular, un MLH III bi6 muy cerrado, aunque considerando también las opciones de a4 y r6, que rechaza por comparación con los signos a y r de tagiar, asà como de ku, que rechaza por la redundancia con el signo u siguiente. El signo central ya habÃa sido identificado por Lafon (1965, 4) como Å•, aÅ•kibotibekauÅ•. Ferrer también propone leer el signo ka como una variante irregular de Å•5 con la asta torcida, circunstancia que permitirÃa reconstruir el antropónimo biuÅ•bedi, que tendrÃa como paralelo al nombre biuÅ•bedin de una inscripción de Ullastret (GI.15.18). Esta propuesta presupone algún problema en la confección o en la impresión del signo, puesto que las fotografÃas confirman que la lectura natural es identificar un signo ka3 (E).
Moncunill en su tesis doctoral (2007) no ve clara la propuesta de lectura biuÅ•bedi de Ferrer y considera que la lectura correcta serÃa ukabedi sin tener en cuenta el signo central. Lectura que también consideran posible Faria (2009), Simón (2013) y RodrÃguez Ramos (2014).
Faria (2009) recupera la lectura Å• de Lafon (MLH III Å•8) del signo central: Å•ukábedi y se inclina por ver la forma iberizada de un nombre céltico *Ruc(c)amedis, *Ruc(c)amedios o *Ruc(c)abedis, formados a partir de los elementos *rucca y *medis o *bedis, para los que esgrime los paralelos Ruccatanus (Delamarre, DLG, p. 263, 2007, pp. 156, 230), Docimedis (Delamarre, 2007, p. 87) y Vendibedis (Delamarre, 2007, p. 194), que serÃan coherentes con la expresión de la sonoridad en la lectura ibérica dual. Posteriormente, Gorrochategui (2015) realiza una propuesta similar, esgrimiendo el paralelo de Ruga y Vetti, documentados en Narbona (CIL 12, 5228: T. Vettius T. f. Ruga), aunque estas propuestas estarÃan en contra de la distribución de sordas y de sonoras. Alternativamente, para el segundo elemento propone el paralelo ligur Pedo (Untermann 1969). También para Sabaté (2016) la lectura correcta del antropónimo seria Å•ukábedi. Cabe indicar en contra de esta lectura que identificar este signo como una variante circular de Å• (MLH III Å•8) es problemático, puesto que esta variante es caracterÃstica de las inscripciones más modernas, por lo que no encajarÃa en un contexto de escritura dual, donde un cÃrculo sin punto central deberÃa ser la variante simple de ku, o sea gu (E).
Velaza (2016) sigue considerando válida la lectura de Ferrer, biuŕbedi, teniendo en cuenta las frecuentes irregularidades de los sellos, pero también contempla la lectura alternativa del signo central como a, por lo que considera también posible la lectura auŕbedi.
Finalmente, Moncunill (2016, 56-8) ha propuesto una lectura sinuosa uÅ•kabeditagiar, en la que identifica el NP uÅ•kabedi, formado por los elementos uÅ•ka y bedin, cf. MLH III §7.140 y .37, asumiendo que el signo central no serÃa el primer signo de la inscripción, sino el segundo. Esta lectura es la recogida en el léxico de MLH (Moncunill y Velaza 2019), por lo que es la que damos como primaria, aunque todas las propuestas presentan problemas de uno u otro tipo.
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