FUENTE LEC.:
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SIGNARIO:
SISTEMA DUAL:
METROLOGÍA:
OBSERVACIONES
EPIGRÁFICAS:
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Texto inscrito encima de PYO.07.03. El conocido final -er (Untermann 1990, 165) permite identificar un primer elemento egibal que en una estructura bimembre podrÃa estar compuesto por egi y por bal; Ninguno de los dos elementos pertenecen los formantes antroponÃmicos más frecuentes, aunque egi podrÃa actuar como formante antroponÃmico, por ejemplo en banegi + e de la jarrita de La Joncosa (Ferrer i Jané 2006, 140; Moncunill 2010, 56). En cualquier caso, el elemento egi también podrÃa ser la raÃz del paradigma al que pertenecen las conocidas formas egien y egiar . Para bal se podrÃa pensar en una forma abreviada de algún formante más largo, el más frecuente los cuales es balke (Untermann 1990, n.º 25; RodrÃguez Ramos 2014, n.º 24). Alternativamente, egibal por su final recordarÃa el probable teónimo urdal del abrigo del Tarragón (Ferrer i Jané 2018) y que podrÃa tener relación con la divinidad vascona VRDE (Velaza 2012) y que en la hipótesis de que tuviera su equivalente ibérico *urde definirÃa una composición *urde + al que permitirÃa pensar en una segmentación egi + ba + al (o quizás egi + be + al). El elemento ba (Ferrer i Jané 2006, Anexo 8) aparece esporádicamente en la formación de algún antropónimo, como podrÃa ser el caso de kuleÅ›ba (B.1.54). Aunque no se ha documentedo de forma repetida, tanto por el morfo er como por el final -al, todo apunta a que se tratarÃa de un teónimo. La lectura dual del texto serÃa egibal.
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OBSERVACIONES
PALEOGRÁFICAS:
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Los trazos de los dos signos e son muy débiles, especialmente el segundo. Este texto es anterior al de la segunda lÃnea, que lo evita, y no parece relacionado, tanto por la diferencia en los trazos, más superficiales, como por el uso de la variante e8, ya que en el otro texto se usa e4.
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