Este texto se encuentra debajo de PYO.07.02. Se adopta la lectura de Ferrer i Jane 2018, que en algunos puntos varÃa la de Untermann. El texto hace un uso sistemático de la escritura dual, como se aprecia en la diferencia entre ti simple en oÅ•tin /oÅ•din/, atin /adin/ y tà marcada en tÃkirs /tigirs/, o entre ta de itaÅ•er y tá de táŕtiar.
La repetición del elemento oÅ•tinkáli permite estructurar el texto de la larga primera lÃnea en dos oraciones.
oŕtinkáli : +sukásir : belenkú : itaŕe̱r :
oŕtinkáliI : eśambe : táṟtiar
Los elementos oÅ•tinkáli, tÃkirsatin y tárti o tártiar son los mejores candidatos a antropónimos, a los que se podrÃa añadir quizá belenkú, aunque podrÃa interpretarse mejor como una referencia toponÃmica, belen, seguida del morfo ku. En este segmento, itaÅ• serÃa el mejor candidato a teónimo, por ir acompañado del morfo er, aunque también podrÃan serlo anbeIsibems y sukásir, especialmente en este último caso, si como sugiere Ferrer el dudoso signo previo hubiera que leerse como n y entenderse como abreviatura del frecuente término neitin. En cambio, kutun serÃa un elemento del léxico común perteneciente a un campo semántico compatible con su empleo en inscripciones votivas. Para eÅ›ambe, Ferrer especula con su posible relación con el aquitano SEMBE, 'hijo', quizás indicando la filiación de tarti respecto de oÅ•dinkali, aunque dicha relación se enfrenta, por un lado, a una diferencia en el vocalismo radical de los términos y, por otro, a la hipótesis que ve en eban la palabra ibérica para 'hijo'.
Las dos interpunciones identificadas en la nueva lectura (Ferrer i Jané 2018) permiten aislar oÅ•tinkáli y oÅ•tinkáliI del resto de la inscripción. El elemento ordin es un formante antroponÃmico bien conocido (Untermann 1990, nº 95; RodrÃguez Ramos 2014, nº 109), pero no asà kali, cuya presencia como formante antroponÃmico no es clara, a excepción quizás de taÅ›kaliÅ•s (GI.15.04), si estuviera formado por taÅ› (Untermann 1990, n.º 118; RodrÃguez Ramos 2014, n.º 43) y por kali, aunque otras segmentaciones también son posibles (Faria 2008, 76). En otros casos, sin embargo, kali parece funcionar como nombre común (Orduña 2006, 94): p.ej. gali(r), tanto en el plomo de Ensérune (HER.02.373), como en algunos de los plomos de Yátova (V.13.01) donde aparece como elemento cuantificable en compañÃa de posibles numerales léxicos (Orduña 2005; Ferrer i Jané 2009). Pese a las dudas, la clara consideración como antropónimo de Tigirsadin, que aparece seguido del signo I al final de la tercera lÃnea, hace plausible la consideración como antropónimo de OÅ•dinkali, ya que también aparece seguido del signo I.
En el segmento final tartiar se podrÃa documentar el formante antroponÃmico taÅ•ti (Untermann 1990, nº 117; RodrÃguez Ramos 2014, nº 141), aunque no coincidan en la vibrante. Los signos finales, aunque dudosos, podrÃan corresponder al frecuente morfo ar que acompaña a los antropónimos alternando con en, en aparente función de genitivo. Alternativamente, el elemento final podrÃa ser el formante antroponÃmico iar (Untermann 1990, nº 56; RodrÃguez Ramos 2014, nº 61), presente por ejemplo en BELESIAR (Orduña 2009), circunstancia que permitirÃa considerar tartiar como un antropónimo compuesto sin marca.
Segunda lÃnea: a̱nḇeIsibems : kútún : tÃkirsatinI
La lectura de la primera palabra por Ferrer identifica el signo I por lo que antes se leÃa m, dificultado una explicación mediante el formante antroponÃmico anbels. Parece vislumbrarse una repetición interna an-beIs=i-bems, que de alguna forma relacionarÃa I con m. Con todo, se trata de un segmento oscuro sin paralelos claros en ibérico.
El elemento kutun estarÃa relacionado con del más conocido kutur, creado a partir de la misma base, kutu, de forma similar al par ildur/ ildun, con un significado originario dentro del campo semántico de la escritura, pero ampliado al de las inscripciones votivas (Ferrer i Jané 2014, con bibliografÃa anterior). La secuencia kutu aparece en el inicio de varios abecedarios en las inscripciones rupestres de La Cerdaña, unos duales como el de Bolvir (GI.03.01b) y otros no duales, como el de La Tor de Querol (PYO.03.11) o el de L'Esquirol (B.08.01). El elemento kutur se documenta en una inscripción publicada recientemente (Ferrer i Jané 2017c, n.º 31, PYO.07.30), asà como también en La Cerdanya en una de las inscripciones aún inéditas de La Tour de Carol (Ferrer i Jané 2015b, n.º 23. P1) y en otra inscripción también inédita de Osséja (Ferrer i Jané 2015b, n.º 30, BDH PYO.07.29).
La consideración de antropónimo de tÃkirsatin es clara ya que tanto tikirs (Untermann 1990, nº 126; RodrÃguez Ramos 2014, nº 154) como atin (Untermann 1990, nº 19; RodrÃguez Ramos 2014, nº 17) son formantes antroponÃmicos de amplio uso.
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