El elemento banbaibar aparece como la única leyenda de una dracma de imitación ampuritana (Villaronga 1998, 130, 10-9) y como único texto sobre una pequeña pieza de plomo de La Granja d'Escarp (Garcés 2013, 486) . También debemos recordar el texto de la segunda lÃnea de la fusayola de El Vilar de Valls (C.35.1*; Ferrer i Jané 2008) baibaibar, que no parece posible corregir en banbaibar. En principio, la presencia de este texto sobre la dracma predispone a la interpretación antroponÃmica o toponÃmica de banbaibar. No obstante, su repetición y su presencia en una inscripción rupestre y la forma relacionada de la fusayola habilita también la posibilidad de que se trate de un teònimo. Alternativamente, se podrÃa pensar en identificar un esquema similar al que está documentado con bankutur, circunstancia que permitirÃa aislar un posible sustantivo baibar con el morfema final r, caracterÃstico de los sustantivos (Orduña, 2006, 73).
El elemento banibikan puede relacionarse con otros elementos que comienzan con bani como banitegidane (D.18.1 *) y baniteḿbaÅ• (F.13.11) que podrÃan ser formas verbales (Ferrer i Jané 2006, Annex 14 y 15 ) del esquema bani + te + V. Si este fuera el caso, bikan tendrÃa que ser interpretado como un posible núcleo verbal, quizás con el morfema an (Orduña 2006, 190), caracterÃstico de algunas posibles formas verbales como bidegian (B. 3.2 *; Solier, Barbouteau 1988) o bideÅ•okan (B.7.38 *; Solier, Barbouteau 1988), que combina con bankutur en una estructura que recuerda esta inscripción: bankuturbideÅ•okan.
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