En esta superficie hay dos textos independientes.
En el primero, el elemento inicial on fuese quizĂĄs el que aparece en las emisiones monetales alternando con bon (Ferrer i JanĂ© 2007, 69, nota 44) y tambiĂ©n tal vez como formante antroponimico en onbilos (H.1.1). El elemento oisa podrĂa estar relacionado con el elemento oisor de las cerĂĄmicas pintadas de LlĂria (F.13.13 y F.13.36). El elemento ke podrĂa ser el mismo que aparece en la estela de Guissona detrĂĄs de neitin y suba, dos de los candidatos a divinidades (Ferrer i JanĂ© 2018 y 2019), y que de ser correcto permitirĂa interpretar onoisa como otro candidato a divinidad. En general, la funciĂłn de ke puede generalizarse a los morfos (i)ke y (i)ka, como podrĂa ser el caso de urdalike en Ger (Ferrer i JanĂ© 2019). El nĂșcleo del fragmento final batiubiku podrĂa estar relacionado con batir, probablemente un elemeno del lĂ©xico comĂșn (C.4.1), o quizĂĄs con el nĂșcleo del fragmento final batisitiai de otra inscripciĂłn rupestre de OssĂ©ja (BDH PYO 7.18). El Ășltimo elemento ku podrĂa ser el morfema generalmente vinculado a los topĂłnimos (Untermann 1990, 171; Ferrer i JanĂ© 2012, 32) y que en elementos que acompañan a posibles divinidades podrĂa estar identificando a la comunidad de la la divinidad era protectora (Ferrer i JanĂ© 2019 y 2020).
El segundo es ilegible en su parte inicial, pero finaliza con el conocido elemento kutun, o quizĂĄs kutur. Ambos ya presentes en otras inscripciones rupestres y en otros soportes. Por coincidir con los dos signos iniciales de la mayor parte de abecedarios ibĂ©ricos se ha sugerido su relaciĂłn con el campo semĂĄntico de la escritura, que podrĂa haber evolucionado al votivo, en ser el abecedario un elemento recurrente en forma de ofrenda, tanto en el caso ibĂ©rico como de otras culturas.
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