Esta leyenda sólo está atestiguada en la fotografía de MLH, a partir de la cual apenas se puede analizar la paleografía de la leyenda.
La lectura no es segura. La adscripción lingüística del rótulo no está clara. Para F. Villar (Villar 2000, 402) se trata de un término indoeuropeo, declinado en nominativo de singular masculino.