El principal problema de lectura de esta leyenda afecta al cuarto signo: ka / ke. La lectura tradicional, bolśkan, fue revisada por Rodríguez Ramos, quien propuso una lectura del penúltimo signo como "ke" (seguido por Jordán 2008, Ferrer 2012), dando lugar a una lectura bolśken, lo que conferiría a esta palabra mayor afinidad hacia lo ibérico.
Esta hipótesis es descartada por Beltrán, Velaza 2009: 120, quienes prefieren la tradicional y justifican la rara grafía de -ka- por la cantidad de alógrafos que presentan las cecas "vasconas" y afines.
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