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En 1898 se descubrió de forma accidental, en el lugar llamado “La Huerta de la Barquera” (a 2 km de Palma del Río y a orillas del Genil), un mosaico que cubría un sepulcro, encontrado en una cámara hipogea en el “Cortijo de las Monjas”. (Gómez Pallarés 1996: 57)
El hallazgo del mosaico apareció publicado en El Noticiero de Sevilla el día 15 de diciembre de 1898.
Según narra Stylow: Algunos jóvenes de Palma del Río limpiaron una vara cuadrada del mosaico y viendo unos bonitos diseños, volvieron a cubrirlo para volver al día siguiente. Durante la noche, los arrendatarios de la finca, que creyeron encontrar un tesoro, lo levantaron en tres o cuatro piezas. Estas tenían inscripciones que no se sabían descifrar; en una se leía CONSS, y en otra SEVI. En otros fragmentos había números romanos como de una fecha. Todo eso (el mosaico) servía de tapa para una tumba. Los huesos se hicieron polvo al más mínimo contacto. Encima de la tumba había una bóveda, de una vara de alta, de la cual estaba colgada un lacrimatorio, que los paisanos destrozaron creyendo encontrar allí dinero. El mosaico representaba, entre otros diseños, una joven hermosa y dos bonitos patos. Después se encontraron allí más sepulturas. La primera contenía un esqueleto dentro de un sarcófago de plomo. (Stylow 1988: 132)
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