Se conserva en el patio de entrada a la casa parroquial de Nuestra Señora de la Consolación de Manzanilla (HEp 19: 175).
Comentario de Alicia Canto en HEp 19: 175: El autor no hace referencias bibliográficas anteriores, asà que la pieza parece inédita y aparecida en la remodelación de la parroquia de 2007. Sin embargo, R. Hernando me recuerda que en el siglo pasado J. M. Luzón (1975, 293) hizo una somera referencia a «un cipo [sic] con un praefericulum» que se hallaba por entonces «junto a la iglesia» de Manzanilla, y que «pudiera tener el texto en la cara oculta», aunque no dio más datos ni fotografÃa de ella. PodrÃamos por tanto deducir que era la misma ara, y entender de esa expresión que Luzón también la vio empotrada, aunque no quede claro (tampoco serÃa descartable que, estando exenta, años después se empotrara en él, pero lo veo más difÃcil). Aunque la fotografÃa que Sánchez Velasco ofrece ahora no es muy nÃtida, la cara del «extrañÃsimo relieve de compleja iconografÃa sin paralelos conocidos» que dice me parece, en razón de sus molduras, que no es la posterior sino en realidad la cara principal y que sà se retalló para su nuevo uso, pues está moldurada (lo que no suele hacerse con las traseras) y además su estilo no se parece en nada al del urceus romano que se ha conservado. Tampoco la iconografÃa serÃa tan compleja si se confirma que, como me parece, es una crátera de volutas (de las que salen las asas), algo esquemáticamente realizada; de ella surgen unos adornos vegetales rÃgidos (acaso hojas de palma), y finalmente, en el centro, pudiera adivinarse una cruz. Aún se apreciarÃan restos del pie de la crátera, y en la panza algunos detalles más que con esta fotografÃa no me es posible concretar. El conjunto, pues, constituirÃa un motivo clásico de la iconografÃa cristiana, sobre todo en musivaria y relivaria, en cuyo contexto se reutilizarÃa el ara (HEp 19: 175).
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