La inscripción debía aparecer en un manuscrito de Madrid, vol. 58 (Est 22, 96) y 63 (Est 22, 101), en un resumen del “licenciado Juan Fernández Franco, que me comunicó D. Pedro de Villa Zeballos”. Hübner reconoce que él no pudo leerlo. Aun así considera la inscripción falsa (IHC 83*).
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