Tres fragmentos embutidos en el muro exterior de una de las partes añadidas a lo largo de los siglos XVII y XVIII, uno de ellos invertido. GarcÃa Guinea duda de si los fragmentos pertenecen a una sola lápida o a dos, pero de lo que no parece haber duda es de que pertenecerÃan a un epÃgrafe de una edificación anterior desaparecida que ocuparÃa el mismo lugar que la actual.
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