La inscripción se datarÃa en el lapso de tiempo transcurrido entre la vuelta del obispo Masona a su ciudad (muy probable en el año 586 d.C., cuando muere Leovigildo) y la derrota definitiva del arrianismo por la conversión de Recaredo al catolicismo en el III Concilio de Toledo (589 d.C.) (HEp 13, 173 según Trillmich 2004: 145-160).
RamÃrez Sádaba 2003: 280 considera plausible una datación del siglo VII, propuesta por Navascués, momento en que se difunde en Hispania la fórmula Amen (HEp 13, 173 según RamÃrez Sádaba 2003: 280).
El epÃgrafe fue fechado por Navascués (1948, 239) en el siglo VII d.C. en función de sus aparentes similitudes con la inscripción de San Juan de Baños (CLE 322, cf. HEp 10, 404; HEp 17, 101); no obstante, las semejanzas no son tantas y en cambio, por la ordinatio, la letra y el tipo de hederae, es preferible dar la razón a Hübner y Fita –y más recientemente a Trillmich– y considerarla del siglo VI d.C.
Tampoco el argumento de que el término Amen se difunde en la PenÃnsula a partir del siglo VII parece válido para fecharla en ese momento, puesto que el vocablo se documenta ya en inscripciones cuya cronologÃa no es segura, como una bilingüe procedente de Tolosa (CIL II2/14, 1, 806) de la que se duda si es del siglo VI o VII, otra judÃa de Tarragona (RIT 1074) que bien puede fecharse en el siglo VI u otra de Martos (CIL II2/5, 156) (HEp 18, 49 según Gimeno 2009: 34-35 ).
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