Ara anepÃgrafa, presumiblemente inédita, realizada en mármol blanco. Debió de ser reutilizada como pie de altar cristiano en época visigoda, como indica su caracterÃstico loculus o receptáculo para reliquias (aún sellado con mortero de cal) tallado en la parte superior de la pieza, que implica la existencia de una basÃlica en las cercanÃas de esta población. Para su reutilización, el coronamiento del ara fue convenientemente eliminado y su superficie superior nivelada para recibir la mesa de altar; sus laterales estuvieron decorados con un urceus, aún visible en uno de ellos, y, muy posiblemente, una pátera, si bien ésta se ha perdido; en la cara posterior se advierte un extrañÃsimo relieve de compleja iconografÃa que no se sabe interpretar con exactitud; la cara anterior presenta un campo epigráfico trabajado, alisado y preparado para recibir una inscripción pintada (HEp 19: 175 según Sánchez 2010: 108-111).
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