Según comenta Amador de los RÃos (1872, 400), está compuesto de dos tablas de marfil ornadas en su exterior de triple moldura que las rodea por completo. Ocupan las enjutas o ángulos interiores cuatro florones, formados de hojas de acanto picadas con gracia y franqueza y animadas de verdadero acento artÃstico, y en su centro se ven otras tantas cabezas de león. Sobre los florones superiores corre en cada tabla una tarja exenta de todo ornato, y en ambas, cerrando el dÃptico y comenzando a leer por la hoja de la derecha, se halla una inscripción en caracteres latinos y delgados que revelan cierta influencia helénica.
En el centro de ambas tablas está trazado un medallón de 12,6 cm lleno de adornos que forman un conjunto delicado. Consisten en una serie de palmetas griegas en cuyos centros se dibujan menudas flores trifolias y una pequeña corona de perlas. En el centro brilla la imagen del cónsul que aparece en pie al igual que otros dÃpticos de la época, si bien no excede del medio cuerpo. Viste la toga picta cayendo del hombro derecho sobre el pecho la fascia plana, que se pierde en el cÃrculo del medallón.; sobre ambas prendas lleva un orario adornado con grandes flores y guarnecido de gruesas perlas (uniones). Levanta la mano derecha para arrojar su mappa, que aparece plegada y cuajada de piedras preciosas y en la izquierda sostiene el cetro. Lleva el cabello rizado y partido por la mitad, lo que ayuda a conocer la región, época y arte del dÃptico.
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