La inscripción se encuentra localizada en el reverso de la cruz en los extremos de los cuatro brazos. Su lectura comienza en el brazo inferior, sigue por el brazo derecho, pasa al superior y termina en el brazo izquierdo. Junto a las letras en relieve, están dibujados los cuatro Evangelistas mediante sus figuras simbólicas (IMA 244).
Se trata de una cruz latina con los brazos ensanchados en los extremos, para cuya ejecución se utilizaron ricos materiales preciosos, ya que, mientras que el alma es de madera, la pieza esta repujada en plata, plata dorada y nÃquel, con incrustaciones de piedras semipreciosas, piedras antiguas, cristal, zafiro y un granate. Siguiendo fielmente la iconografÃa románica, se presenta la imagen victoriosa de Cristo Rey, vivo y sin ápice de doler en su expresión o su cuerpo Con cuatro clavos y los pies separados dispuestos sobre el escabel, viste faldellÃn largo hasta las rodillas y lleva corona regia. Lo flanquean, dispuestos en los ensanchamientos de la cruz, a la derecha la imagen de la Virgen y a la izquierda el discÃpulo fiel, San Juan Evangelista. Mientras que en los remates del brazo longitudinal se presentaron, en el superior un ángel portando un incensario, y en el inferior, aunque deteriorada, la figura de Adán saliendo de su tumba, a la manera en que se representó en la Cruz de Fernando y Sancha de la Colegiata de San Isidoro de León. Se complementa la pieza con un cristal rojizo que, dispuesto encima de la cabeza del crucificado, sella la pequeña cajita relicario que se encuentra en su interior; y las cuatro abrazaderas decoradas con filigranas, piedras semipreciosas y dos entalles de posible origen romano, reutilizados en esta pieza, como era habitual en la orfebrerÃa románica y prerrománica. En el reverso, las cuatro abrazaderas están destinadas a la inscripción votiva (GarcÃa Guinea - Pérez González 2006: 369).
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