Pizarra con pátina superficial de tono beige, aunque a través de las zonas donde ha saltado la pátina es visible el color gris claro. Tiene restos de barro seco incrustado. La superficie está bastante descascarillada y ofrece un aspecto de manchas irregulares, desigualmente repartidas. La superficie es relativamente lisa, permitiendo apreciar con bastante claridad los signos numéricos. Solo aparecen cifras de I y V en diferentes combinaciones (Abascal – Gimeno – Velázquez 2000: 534).
|