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Pizarra «numérica» de forma trapezoidal de color gris y con restos de cal en ambas caras, lo que apunta a una reutilización de la misma como material constructivo. Aunque la pieza está rota por arriba y por la izquierda, el estado de conservación es bueno.
El texto se ubica en la mitad superior de la pieza, terminando 17 cm por encima del borde inferior; por la derecha el texto termina a 3 cm del margen derecho. No se sabe cuántas líneas faltarían por arriba pero, a juzgar por la longitud de la pizarra y la ordenación del texto, es de suponer que no falten muchas.
Se han conservado trece líneas de texto donde aparecen, combinados, los signos I, V y X, unas veces de forma aislada, con o sin barra transversal, y otras veces agrupada y sin barra transversal. Si se adjudica a las cifras romanas su valor numérico, las líneas mejor conservadas suman cantidades muy similares que oscilan entre 19 y 22, salvo la primera línea, mucho más corta, que sólo suma 7, y que puede estar funcionando como un indicador de lo que viene a continuación. En la parte posterior se conservan dos signos aislados, una X y una I, de tamaños muy parecidos a los de la cara anterior, que parecen corresponder a una prueba de punzón.
Comentario de Isabel Velázquez en HEp 15, 259: La pizarra es muy similar a los centenares de piezas con escritura numérica procedente de distintas localidades de Salamanca y Ávila. Lo importante de la misma es la constatación de que, muy de cuando en cuando, se va documentando el hallazgo de nuevas piezas que amplían el marco geográfico de los ya conocidos. El complejo sistema que propone la autora para editar y computar las cifras numéricas no pasa de ser un intento formal, sin mayor alcance en cuanto a la interpretación y que no mejora la rápida comprensión de las cifras tradicionalmente establecidas de forma sencilla (HEp 15, 259).
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