El retablo de Eira presenta en el centro a San Jorge como caballero, envistiendo una lanza. Encuadrando esta escena se esculpió una fortificación urbana almenada, en la que se distinguen tres torres y se pueden ver figuras humanas, como si estuviese apunto de comenzar un combate. A la izquierda de la escena principal, vemos una dama encuadrada por un arco. Otros santos fueron esculpidos en las extremidades del retablo: a la izquierda, la figura de una santa levantando una espada en la mano derecha y sujetando una torre con la mano izquierda; a la derecha, se observa la figura de San Sebastián atado a un tronco, con marcas de las flechas con las que le martirizaron en el cuerpo. La inscripción está grabada debajo de todo este motivo iconográfico, en la moldura inferior (EMP 680).
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