Paleográficamente la primera lÃnea es casi un unicum en Peñalba, pues no tenemos muchos ejemplos de una minúscula de ese tipo. Destaca especialmente
la primera palabra, que reconstruimos como Petrus, por la S final tan similar a la cursiva visigótica y la T con el trazo redondeado inferior, habitual en los grafitos peñalbeses. En cuanto a la segunda, cabrÃa llamar la atención sobre la ausencia de E en la primera sÃlaba, la A con trazo horizontal angular y la G individual pocos centÃmetros a la derecha, todo ello trazado irregularmente y, sin duda, con bastante menos arte que en el grafito 13.
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