Grafito totalmente único dentro de la colección peñalbesa, tanto por su localización en el ábside occidental como por estar escrito en griego. El espacio sagrado donde reposan los huesos de los santos Genadio y Urbano se había mantenido incólume de otros enterramientos y otras inscripciones, por lo que esta que aquí tenemos es toda una rareza. Por un lado, podría entenderse como una invocatio al santo patrón de la iglesia, Santiago, cuya letra I inicial compartiría trazo con el brazo vertical de la crux. Lo prototípico es que esa noción se exprese con el dativo (Ια)κωβῳ, pero en el muro no tenemos la omega final, sino una ómicron, por lo que habría que sobreentender un fenómeno de pérdida de distinción de la cantidad vocálica (ο por ω). Nosotros, por el contrario, preferimos
creer con más fundamento la posibilidad de que sea un nominativo de título o temático en concordancia con el adjetivo ἠθικός. Volviendo a la crux, nótese que se pueden distinguir algunos trazos encima de sus brazos horizontales. A la luz del ductus del grafito y de los datos recogidos por el estudioso de los crismones J. A. Olañeta nos inclinamos por interpretar que sean una Ω y una Α en posiciones cambiadas de su posición prototípica, aquella que, sin ir más lejos, muestran en la famosa cruz peñalbesa de azófar. Es decir, en el grafito la Ω se presenta a la izquierda de la cruz y la Α a la derecha. Lejos de errores de copia, el cambio de la posición de las letras es susceptible de una lectura funeraria apoyada en textos de autores como Tertuliano, Paulino de Nola o Clemente de Alejandría: «Este último realiza un curioso juego de palabras que, efectivamente, podría estar detrás de esta permutación de las letras de los crismones: “el alfa y el omega por quien solo el fin se convierte en principio y el fin de nuevo en el principio original sin ninguna interrupción”».
La segunda laguna del texto se encuentra en un lugar sumamente delicado: lo que podría suponer el nombre de aquel «monje, siervo de Cristo » que realiza la inscripción o el verbo que articule la sintaxis. Lamentablemente, en lo que respecta a la dicha posibilidad, esta pérdida supone que no podamos saber con certeza cómo se llamaría este espontáneo escriba. También cabría entender que tras lo que parecen las letras μαμ[.] esté oculto un verbo transitivo que rija el acusativo de μοναχόν δοῦλον o, incluso, el genitivo plural μοναχῶν δουλῶν en el caso de que la mano sufra, tal y como referíamos supra, cierta confusión en torno a la cantidad vocálica.Teniendo en cuenta que no hay espacio físico para muchas (o ninguna) letras más y que la consulta con los diccionarios no parece arrojar ningún resultado de verbos que encajen en nuestra inscripción, esta cuestión debe quedar aún abierta.
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