Se trata de una tapadera se sarcófago de base trapezoidal fragmentada a la altura de los pies y que ha perdido una buena parte de la banda izquierda posiblemente al reutilizarse la pieza en alguna obra de reforma del templo o debido a algún traslado sufrido. Presenta unas dimensiones de 1,14 m. de longitud en la cara lateral, una anchura de 0,50 m. en la cabecera, 0,42 m. en los pies y 0,23 m. de altura. La sección transversal adopta forma de hexágono irregular, correspondiendo los tres lados inferiores al rectángulo de la losa y los tres superiores a las bandas longitudinales en que se subdivide la cara superior, inclinándose a dos aguas las laterales.
La inscripción se dispone longitudinalmente a lo largo de la banda central y continua por la derecha, no pudiendo asegurarse, aunque es bastante probable que también discurriera por la banda izquierda correspondiendo es parte con el comienzo del texto. Ya sea por un afán publicitario, ya por disponer de un espacio limitado, lo cierto es que la inscripción se adapta al soporte y crea un campo epigráfico poco uniforme que se aleja de las tradicionales formas de estructurar las leyendas sobre laudas. Pese al desgaste sufrido por la piedra en el borde de la cama por la cabecera, aún se conservan algunos caracteres ilegibles que testimonian la continuidad del epÃgrafe por ese sector. Por último, amoldándose a la decoración geométrica que invade la banda derecha de la losa, parte de la inscripción parece encontrar formas retorcidas que dificultan una interpretación coherente y global de la misma (Peña Fernández 2006: 78).
|