El rogatario de estas inscripciones es un profesional en las tareas escriptorias de libros y documentos, y esta procedencia influye de forma decisiva en los caracteres externos e internos de sus inscripciones. Aunque no podemos afirmar nada por falta de documentación, no es descabellado pensar que se trata de un monje de un scriptorium monástico relacionado con el abad Pelayo, promotor dela iglesia. Puede ser un miembro de esa pequeña comunidad incipiente de la que serÃa abad o bien de otra. Lo que no cabe duda es de su formación escrituraria en la confección de libros y documentos. Es más, las tareas intelectuales, de confección del texto, y material, de ejecución del letrero, recaerÃan en él.
Para la configuración del texto utiliza fórmulas documentales aunque, eso sÃ, simplificadas y con personalidad propia y desprovistas de toda connotación jurÃdica. Igual que los documentos comienza con la invocación verbal — ln nomine Domini nostri Ihesu Christi —seguida de una directio — sub honore Sancti Pelagi —la intitulatio con el nombre del autor del hecho notificativo — PelagÃo abas — que se condensa en el verbo del hecho recogido —fécit— y data doble, como en los diplomas, crónica —in era millesima centesima decima quarta — y sincronismo — obtinente rex Illefunsus in Legione —. En cambio, para la confección material, se inspira en el ámbito librario y dispone el espacio escriptorio como un libro abierto, distribuyendo el texto en dos campos de escritura desiguales, como si de dos páginas se tratara. MartÃn López (2007, p. 213).
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