El reconocimiento del monasterio hacia la monarqu铆a navarra, en concreto, Alfonso V脥, su benefactor, queda reflejado en el epitafio necrol贸gico mandado hacer exprofeso en piedra caliza blanca y empotrada la pieza en un pilar de la nave del evangelio. De esta manera, en un lugar tan visible, los monjes recordar铆an el 贸bito y rezar铆an por su alma casi a diario. As铆 el necrologio en piedra se convierte en un instrumento m谩s eficaz que su hom贸nimo librario. El hecho de aparecer la data completa se explicar铆a por la dedicaci贸n especial de oraciones y misas por este monarca en el monasterio. Por desgracia no se conservan los libros de oraci贸n, ni necrologio alguno. Sin duda, en 茅l estar铆a inscrito el 贸bito de forma especial como sucede en San Isidoro, monasterio de preferencia regia en la provincia de Le贸n. (Mart铆n L贸pez 2007: p. 217).
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