El mosaico sufrió graves desperfectos durante los trabajos y la extracción, a consecuencia de los cuales quedó fragmentado y amputado con pérdida de buena parte de las tres lÃneas inferiores de la inscripción, asà como de la cabeza y los pies del Buen Pastor. Fue restaurada por J. Escalera hacia 1968. Al hallarse medÃa 230 x 84, y en la actualidad 236 x 91. Beltrán (2004, 49)
Gran placa de argamasa cubierta por un mosaico decorado que cubrÃa una sepultura de tejas. Deteriorado en el momento del hallazgo, su aspecto actual es bueno, tras sufrir varias restauraciones. Navarro et al. (2000, 268)
La densidad de las teselas es de 120-130 por decÃmetro cuadrado. Fernández-Galiano (1987, 65)
Se trata de una estela funeraria rectangular, seccionada la final de la inscripción y en la cabeza de la efigie. Sobre el fondo de argamasa están colocadas las tessellae de caliza cretácea y pasta de colores, formando, ya un opus tesselatum en la greca, ya un opus vermiculatum, aunque no perfecto, en la efigie. Bordea el mosaico una greca de 12 cm de anchura, formando un entrelazado de gusto clásico, de colores negro, blanco, rojo, amarillo y verde. Las hojas de hiedra, o signo de puntuación, separando las palabras son de color verde. Del Arco (1921, 610-612).
La efigie del difunto está decorada con una túnica de color amarillo con vivo azul en el centro, de arriba abajo, y doble lista del mismo color al borde de las mangas. Cubre todo el cuerpo hasya un poco más abajo de las rodillas y lleva cingulo o cinto. Aunque la cabeza ha sido destruida y no se ha logrado vestigio de aquella, parece observarse que descansa sobre una almohada. Lleva la mano derecha extendida sobre el pecho, y en la izquierda, a igual altura, sostiene el volumen (común a todos los personajes constituidos en dignidad), como insignia de su ministerio presbiterial. La pierna va desnuda, a su color. Faltan los pies, que irÃan con calceus, seguramente. El espacio no ocupado por la efigie es de tessellae verdes obscuras y azules, salpicando de florones amarillos, azules, rojos y negros, a la manera de calliculae. La figura no está centrada, se arroma más a la greca del lado derecho. Del Arco (1921, 610-612)
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