La composición fue pensada previamente con un cuadro que rodea la inscripción bien paginada. Los caracteres son relativamente iguales formando una escritura regular y cuidada, con letras de gusto medieval antiguo que fueron dibujadas y grabadas a una profundidad media. La escritura ofrece una gran claridad. De acuerdo con la tipografía empleada, se introducen los habituales elementos latinos: unciales propiamente medievales pero sin una unidad de criterio en cuanto a su empleo, por lo que aparecen distintos modelos representados. Pueden clasificarse de unciales C, E, G, H, M, N, R, S y T, mientras que son latinas A, D, L, V, I y también C, R, S, T. Las O y las Q son ovaladas.
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