El campo epigráfico es más bien la suma de la superficie de las 8 claves circulares, que presentan un diámetro de 36 cm y un área total de 1018 cm²; y una vez descontado el marco, la superficie total es de 8144 cm². La clave central tiene un diámetro de 62 cm². Junto a las claves se podrÃa añadir la central en la que figura una imagen de San Pedro, que sostiene las llaves y acompaña a un supuesto donante. Las letras se presentan pintadas en dorado sobre fondo granate, y a su vez la clave resalta sobre fondo blanco. La creación del texto de una forma tan original debe ser interpretada como un defecto del proceso de utilización del calco previo de diseño. Algunas claves aparecen escritas normalmente (1, 7 y 8); mientras que otras aparecen giradas al respecto de un eje vertical (2, 3, 4, 5, 6). La lectura se realiza siguiendo un trayecto circular, siendo las primeras las claves de las intersecciones externas, empezando por la del presbiterio; continuando por un circulo interno. En la clave número 3 falta la letra "a", a veces abreviada en este tipo de inscripciones, aunque en este caso no lleva ningún signo abreviativo. (Mollà i Alcañiz, 2001, pp. 237-239)
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