Anillo realizado sobre una laminilla de oro de 5,3 cm. de circunferencia, sobre la que se ha realizado un huecograbado. El campo epigráfico se encuentra enmarcado por una doble fila de filetes.
La plasmación de la grafÃa del nomen Vibia como Vivia es un fenómeno bien representado a nivel epigráfico. Por otro lado, tampoco se puede excluir que la lectura correcta del texto pudiera ser Campana viv(as) aunque según Sáez – Ordóñez – GarcÃa Dils 2003: 7 resulta preferible la formulación anterior a la vista de la relativa frecuencia de testimonios epigráficos que atestiguan el cambio de B por V, y del hecho de que la expresión vivas no suele ir abreviada.
Comentario de Alicia Canto en HEp 13, 578: Campana viv(as in Deo). Es cierto que está atestiguado Vivia, pero es la lectio difficilior por la irrelevante proporción de veces en las que Vibius/a aparece con V, unas 20, frente a las 948 Vibiae (parecida proporción en masculino: 1210 frente a 36, cf. EDCS). No obstante, no es éste el argumento principal para no aceptar la lectura propuesta, sino otros dos: 1) Si el propósito más lógico fuera el de indicar la propiedad del anillo, no se esperarÃa un nominativo, sino un genitivo, y 2) el soporte mismo del epÃgrafe: un anillo de oro, en el que este tipo de inscripciones es lo habitual, como regalo afectuoso o como señal de compromiso, que suele ir acompañado de un buen deseo. Es parecido a uno de los célebres anillos de Corbridge (UK), también en interrasile, cuyo letrero latino, Aemilia zéses, latiniza la misma versión en griego (cristiana, por supuesto) (HEp 13, 578).
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