Se trata de una suscriptio del artífice material de la pila, artesano o escultor que pudo ser al mismo tiempo el rogatario del texto, sin descartar la posibilidad de que se tratara del comanditario. Se adopta, en este caso, una formulación típica ed los códices del siglo X. "Maius memento" escribe el calígrafo Magius cuando acaba de copiar y miniar el "Comentario al Apocalipsis" de Beato en el monasterio de San Miguel de Escalada allá por el año 922.
Sin embargo, no es tampoco descartable que se tratara de una invocatio del tipo "Mater Dei, memento mei", aunque esta fórmula no suele ser frecuente en la epigrafía medieval.
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