Hic req(u)ie[scit] Gundisalvus v[ir] [prae]clarus / A modo dicatur Guntsa[l]vus pasce furtatur vires cun[...] qu[...] / Psisee igiu ic riliabela tcg / nue[...] long(i)nq(ui)s partis moritur hu(n)c ve(h)itur sun[...] Pelagius ep(iscopu)s ovetensis q(u)i hunc n[...] / [...] hoctavo iulii labentis labitur ipse sin [...] useris LXII C p(os)t m(illesima) notato

Texto dado por CIHM 5, 71.

Aquí descansa Gundisalvus varón ilustre que también se llamó Gonzalo que en paz agotó sus fuerzas sin descanso. También fue traído aquí Pelayo, obispo de Oviedo, que murió en un lugar lejano el día octavo de las nonas de julio, al fenecer el día, en el año 1124. Aquí fue sepultado.

Traducción de CIHM 5, 71.

Este eptafio ha sido tradicionalmente relacionado con el obispo Pelayo de Oviedo al aparecer su nombre, sin embargo el año del óbito de este destacado prelado parece ser el de 1153 habiendo sido enterrado en el claustro de la catedral ovetense.
Atendiendo el mensaje del texto, puede desprenderse que la persona a la que perteneció esta sepultura pudo ser un personaje relevante que mantuvo en vida una estrecha relación con Pelayo, y que tras su fallecimiento el prelado ovetense ordenó el traslado de sus restos a la abadía de Santa Juliana. En este sentido la mención del abispo puede entenderse, más que como un sincronismo cronológico poco probable por aparecer en nominativo, como una referencia a la amistad de Pelayo y Gundisalvo.
Por otro lago, García González, ha defendido que realmente sea esta la tumba del obispo ovetense.