La noción del descenso de Jesús a las profundidades a las profundidades de la tierra para rescatar a quienes allà moraban está inspirada en textos como Hch 2,31; Ef 4,9; Ap 1,18 y especialmente 1 Pe 3, 19-20, donde se dice que fue a predicar a los espÃritus encarcelados. La doctrina, desarrollada por algunos padres de la iglesia (Ignacio de AntioquÃa, Justino, Ireneo, AgustÃn, etc.) terminó por ser defendida en el Cuarto Concilio de Letrán en 1215.
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