De acuerdo a la lectura realizada por Ramírez Sádaba, que no pudo consultar la pieza por estar desaparecida, se trataría del típico modelo en el que se recoge el monograma, posiblemente del poseedor de la pieza, un individuo masculino a juzgar por el diámetro, en el que éste es acompañado de los símbolos propios de la religión que profesa, como son las cruces que delimitan al mismo. Otra opción posible de lectura sería “VIVA”, advocatoria resumida de “Vivas in Deo” o “Vivas in Christo”, presente en distintos objetos así como en encabezamientos de epitafios (González Fernández 2002). Su presencia en anillos también es relativamente usual, bien con advocatoria completa, como es el caso del anillo de Baena (nº Inv. 10/3/1) (Morena y Sánchez 2011) o como parece presentarse en el anillo hallado en la Sepultura nº 34000‑12 de la necrópolis oriental de Cartagena (CA4‑34356‑902‑1) (Madrid Balanza y Vizcaíno Sánchez 2006: 113‑114, Fig 6.3.), o bien en expresión reducida, tal y como puede observarse en algunos anillos visigodos procedentes de Sierra Elvira, publicados por Gómez Moreno (Gómez Moreno 1888, nº 253, 254 y 255, Lám. XVII) y posteriormente recogidos por Reinhart. (Barreiro Martín 2017, nº1).
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