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CITACIÓN:    BDHespCS.15.01, consulta: 18-05-2024

 

 YACIMIENTO:  MUNICIPIO:
 PROVINCIA:      REF. HESPERIA:  REF. MLH:
 DEPÓSITO,N.INV.  OBJETO:   TIPO YAC.:

 

 
Generalidades Texto EPIGRAFÍA Y
PALEOGRAFÍA
Ilustraciones Contexto Arqueológico Bibliografía

 

 FUENTE LEC.: SEPARADORES: Nº TEXTOS:

 LENGUA:    SIGNARIO:    SISTEMA DUAL:
 METROLOGÍA:

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Fragmento de cerámica con inscripción pintada. Rota a ambos lados. Se identifican en total seis signos ibéricos de los cuales los dos de los extremos son dudosos a causa de la rotura. Existencia de interpunción de dos puntos. El ductus es regular. Texto adoptado según lectura dextrorsa, aunque Rodríguez Ramos sugiere una lectura sinistrorsa.
El 4º signo es problemático, ya que, aunque aparentemente se percibe una l, su menor tamaño y el hecho de que no alcance el límite inferior de la caja imaginaria de escritura hizo pensar a los editores que pudiera tratase de r no terminada. A esta solución ayudaba la carencia de paralelos claros de la secuencia -batil-u, mientras que batir encuentra paralelos en Castell de Palamós (GI.20.01), Ampurias (GI.10.11), Camarasa (L.01.02), etc. La ŕ que le precede sería el final de un morfema, p. ej. taŕ, de amplia difusión en ibérico, mientras que -u sería el morfo bien conocido en el léxico ibérico, que Untermann aísla en secuencias de posible concordancia: con antropónimos, con palabras de categoría desconocida y con palabras sufijadas en -ku (MLH III, 1, § 553).
La lectura levógira de Rodríguez Ramos busca hallar elementos conocidos en ibérico, sin forzar la lectura del 4º signo. Su lectura ultiba+ proporciona un elemento ulti, conocido en antroponimia ibérica: ultibaiser (V.04.51 de Sagunto), ultibeleś (GI.10.28 de Ampúrias), etc. Cf. MLH III, § 7.136; Rodríguez Ramos 2014, nº 166. Pero la misma asunción de un sentido levógiro de la escritura en esta zona ibérica es problemática.
Luján acepta la lectura del 4º signo como l, batilu, para el que halla ciertos paralelos en la secuencia bati sobre cerámica de Ensérune (HER.02.100) o en la forma batibi de Ullastret (GI.15.04).

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El 4º signo, al ser más pequeño que los demás, ha sido considerado por los autores como una r inacabada, quizás por descuido del escriba.
Las formas de los signos, siguiendo la clasificación de Untermann, son: ba1, ti1, r1, u1 y te4.
Rodríguez Ramos opina que esta es una de las pocas inscripciones levantinas levógiras, dado que la propuesta solucionaría el problema paleográfico del signo 4. Apoya su hipótesis la orientación de la l y el ductus del epígrafe.


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