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CITACIÓN:    BDHespTE.03.01, consulta: 24-11-2024

 

 YACIMIENTO:  MUNICIPIO:
 PROVINCIA:      REF. HESPERIA:  REF. MLH:
 DEPÓSITO,N.INV.  OBJETO:   TIPO YAC.:

 

 
Generalidades Texto EPIGRAFÍA Y
PALEOGRAFÍA
Ilustraciones Contexto Arqueológico Bibliografía

 

 FUENTE LEC.: SEPARADORES: Nº TEXTOS:

 LENGUA:    SIGNARIO:    SISTEMA DUAL:
 METROLOGÍA:

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Al final de la primera y quinta líneas hay espacios dejados de manera deliberada, lo que debe relacionarse con la organización del texto. El espacio de interlineado de las seis primeras líneas es mayor que las cinco siguientes, así como los signos de esta parte, que están más espaciados.
El uso de interpunciones no se realiza al final de línea. La interpunción es triple, excepto la última de la l. 8 que es doble. Hay un punto tras el segundo signo de la última línea pero parece accidental.
En cuanto a la interpretación, destacamos a continuación lo más interesante propuesto por Vicente - Ezquerra 1999, Rubio 1999, Prósper 2013-2014 (también se hará referencia a Villar - Prósper 2005) y Jordán 2019:
‒ kelaunikui: tiene aspecto de un D.sg. de un tema en -o. Vicente y Ezquerra segmentaban la palabra en ke-, prefijo; launi, posible apelativo con significado de ‘esposa’, que no solo aparece en la misma pieza tal cual, sino también, quizá, en [Z.09.04] y con seguridad en el tercer bronce de Botorrita; y por último el sufijo -(i)ko. Aunque parece que esta segmentación etimológica es la más atractiva para los editores, tampoco hay que echar en saco roto el otro paralelo que establecen con la leyenda monetal oilaunikos [Mon.56]. Lo que parece claro es que esta palabra tiene aspecto, por su sufijo, de una formación adjetival que por lo tanto podría concordar con la siguiente palabra. Ahora estamos en disposición de afirmar que el paralelismo con [Z.09.04], no solo se ciñe a launi, sino a la secuencia kelauniku-. Rubio prefiere ver aquí un adjetivo derivado de un topónimo ‘habitante de *kelaun-’, en paralelo sintáctico con el aregoratikubos de Luzaga [GU.01.01, -1] y el ahora inexistente [---]kubos de Cortono [SP.02.03], aquí evidentemente en singular. Para Pósper es un D.sg. de un adjetivo con sufijo -iko- de *k/gellawno- < *k/gel-n-ă-mno-, participio de presente de un tema en nasal de una raíz *k/gelh- con grado pleno secundario de la raíz. Los candidatos radicales que propone la autora son: *kelh- ‘to raise oneself, stand out’ (cf. latín -cello) y *kelh3- ‘to hit’ (cf. los otro -cello latinos). En caso de pertenecer a la primera base, se entiende bien, a su juicio, el uso de una voz media, en caso de pertenecer a la segunda tendría un significado medio-pasivo, de modo que kelaunikui vendría a significar ‘to the affected (group), to those concerned in/by...’. Este kelaunikui estaría relacionado sintáctico-semánticamente con olzui, de modo que el primero se referiría a un grupo de personas relacionado a su vez con terkininei y olzui a otro, relacionado con atizai.
‒ terkininei: desde el punto de vista morfológico, los editores analizan esta palabra como un dativo singular de tema en -i, concordando así con la palabra anterior. Para Jordán también lo es, pero de un tema en nasal femenino *terkiniu, terkininos. De estar concordando con la palabra anterior, aparece aquí un pequeño problema: si terkininei es de género femenino, kelaunikui también debe serlo. ¿Es un tema en -o femenino? ¿Podría pensarse en adjetivos de dos terminaciones, tipo -os, -om? Rubio lo considera o un D.L. de un tema *terkinin- o un L. en -ino-. Prósper prefiere ver un L.sg. de un tema en -o, de manera que terkininei podría hacer referencia algún tipo de conurbación o lugar urbano que vendría a oponerse de alguna manera a obakai (sin desechar la posibilidad de que sean ambos topónimos). Semánticamente, dado que *derk- en celta significa ‘ver’, podría tratarse de un área que pudiese ser controlada a simple vista o un punto del territorio en alto, comparable al topónimo británico Conderco.
‒ eskenim: aparece también en la quinta línea. Tiene aspecto de un acusativo singular de un tema en -i. Guarda evidente similitud con la lectura eskeinis que realiza Untermann en la tésera de Uxama [SO.06.02] y con el eskeninum de la segunda línea del encabezamiento de [Z.09.03]. Si realmente pertenecen al mismo paradigma las tres formas, podrían considerarse como N.sg. eskeinis, A.sg. eskenim, G.pl. eskeninum. Un par de problemas saltan a la vista. En primer lugar es la grafía -ei- de eskeinis. ¿Está indicando una vocal larga? Sin embargo, desde el punto de vista etimológico parece apuntar a una breve. ¿Podría achacarse a una vacilación debida a una cuestión acentual, como apunta Rubio, al tratarse de una vocal breve átona, al modo de are- arei-? La verdad es que en la tésera de Úxama la lectura puede ser esainis y, por lo tanto, ser otra palabra. En segundo lugar es la terminación de eskeninum, que parece propia de un tema en nasal y que podría corresponder a un nominativo *eskeniu, formación con sufijo alternante -iÅn, -Ä­nos. En sánscrito el G.pl. de los temáticos se explica por analogía con los temas en nasal. Prósper ya había propuesto en Villar - Prósper 2005, 233-234 et passim, la posibilidad de analizar eskeinis como *egÊ°s-genh3i- ‘declaración o documento’, a partir de la raíz *gen-, *genÉ™-, *gnÄ“-, *gnÅ- ‘conocer, saber’. La forma que aquí aparece es el correspondiente acusativo del singular.
‒ tures: junto con la palabra anterior parecen conformar una agrupación, si no sintáctica, al menos semántica. En el bronce de Cortono [SP.02.03] aparece una secuencia similar, que tiene todo el aspecto de ser un antropónimo. Incluso, existe un paralelismo sintáctico que ya destacara Untermann (apud Vicente y Ezquerra 1999, 588), entre tures bundalos kortonei y tures useizunos kotizonei (korzonei en la lectura aquí propuesta). Sin embargo, ampliando un poco la estructura sintáctica del bronce de Torrijo, su situación en el texto no parece abonar la idea de un antropónimo, como en el caso del bronce de Cortono. Podríamos estar ante un caso de homografía, sin que por el momento podamos afirmar si eran también palabras homófonas. Rubio proponía que tures fuese una forma verbal, según su análisis sintáctico y comparación con Cortono. Sería una 3ª p.sg. de un pretérito sigmático, de una raíz *werg-/ureg- ‘hacer, obrar, llevar a cabo’ más un preverbio *to: *to-wreg-s-t > */t’re(χ)st/ ‘hizo’. Estaría relacionado con terturez, lectura ahora difícil de aceptar, pues hay que leer terberez. Además, el propio autor 2013, 701, prefiere el análisis de Prósper como tercera persona de singular del aoristo sigmático *dÅ-h3reg-s-t ‘ha ordenado’, así ya en Villar - Prósper 2005, 299-301.
‒ olzui: posible D.sg. de un tema en -o. Sin paralelos hasta el momento. Sintácticamente comparable con kelaunikui, según Rubio. Prósper 2013-2014 lo considera procedente de una base celta *ol-tyo-, de la raíz *h2ol-, que aparece en lat. ulter/ulterior, ultimus, osco últiumam, etc. Podría pensarse que olzui formaría parte de una construcción semántica kelaunikui · terkininei... olzui obakai... y significaría ‘for the rest, the further, next one’. Prósper (Villar - Prósper 2005, 202) indicaba que esta palabra, dativo temático masculino o neutro, recordaba al pronombre pancelta ollo- ‘todo/grande’, que se relaciona en última instancia con el latín polleo. Desde el punto de vista etimológico, la autora prefería partir de *(p)ol-so- para ambas formaciones. La palabra celtibérica estaría relacionada con la siguiente, que prefería leer olkai, aferrándose a la posibilidad de que el segundo signo de la palabra sea una l y no una ba, posibilidad que apuntaban los editores de la pieza. Con esta lectura, su etimología se aclaraba, de manera que se podría partir de *polkÄ â€˜campo’. olkai podría ser un dativo o un locativo. El sintagma olzui olkai se podría entender como ‘para/en el campo de labor, en su totalidad’, ‘para toda persona (que esté) en el campo’ o, incluso, ‘para todo el campo’, con lo que *olzo- sería un adjetivo de dos terminaciones. Sin embargo, a partir de la autopsia de la pieza, hay que leer obakai.
‒ obakai: desde el punto de vista morfológico parece ser un D.sg. de un tema en -a. Es oscuro etimológicamente.
‒ useizunos: G.sg. de un antropónimo de tema en nasal, que encuentra su paralelo exacto en [Z.09.01, B-5] y su respectivo nominativo en [Z.09.01, B-7], useizu.
‒ korzonei: locativo singular de un tema en -o. Sería la misma palabra que gortonei de [SP.02.3] con la fricatización de la dental tras -r- y ante vocal. Podría pensarse en un topónimo *Gortonom, aunque no podría desecharse la posibilidad de que sea un apelativo, si se tiene en cuenta la posible relación etimológica con gortika. Para Prósper, procedería korzonei de *ger-tyon-ey o *gor-(e/i)-tyon-ey, en ambos casos, dativo singular de un abstracto de un tema en nasal, bien de una raíz *gÊ°er- ‘desear’, bien de *ÄÊ°er- ‘encerrar’ (cf. latín hortus). Si se parte de la primera raíz, aceptando un valor causativo, esta palabra podría acercarse semánticamente al latín exhortatio, con lo que kortika / gortika podría significar ‘obligatorio’, en caso de estar relacionado, tal y como apuntan las apariencias. Ahora bien, si se parte de la otra raíz, la formación podría pensarse en un significado ‘acto de encerrar’, de donde ‘hecho de imponer unos límites’. kortika / gortika significaría originariamente ‘relacionado con el límite de la ciudad’, de donde se llegaría a ‘público’.
‒ lutorikum: G.pl. de un tema en -o. Casi con seguridad un genónimo. Prósper (Villar - Prósper 2005, 294, n. 408) cree que hay que entender un [luχ'torikūm] y que es comparable al antropónimo galo Lucterius, en epigrafía monetal LVXTERIOS, cuyo significado es ‘luchador’, a partir de la raíz *lewg- ‘herir’. A partir de aquí parece abrirse una enumeración en el texto.
‒ eisubos: D.Ab. pl. tema en -o. Rubio propone considerarlo como un ablativo agente de atizai, nombre verbal en dativo con valor final, al igual que esatui. El complemento de esatui sería ibos, D.Ab.pl. del demostrativo *ey-/i-, que se referiría anafóricamente a los tres genitivos anteriores: kartinokum, lakikum y tirtokum. A su vez, lutorikum dependería de eisubos. Prósper lo considera D. pl. de un participio de perfecto *h1epi-dh3-to- ‘those included (in)’, con la, a juicio de la autora, correspondiente pérdida de la laringal interconsonántica en compuestos y la resolución en silbante del encuentro de las dos dentales. La alternativa morfológica podría ser *h1epi-dh3-tu-. Este participio contaría con un complemento, atizai.
Si la lectura fuese eisutas habría que buscar una explicación morfo-etimológica.
‒ atizai: se pueden establecer paralelos antroponímicos con Atisos, Atisius, Atisi (Tarragona CIL II 4970/309), aunque habría que explicar la sigma intervocálica.
Si se considera un nombre verbal, como apunta Rubio, surge el problema de su etimología. Lo mismo que sucede con esatui. Prósper lo considera un loc. sg. de un tema en -Ä *ad-diχ-tyÄ, cf. lat. addictiÅ, que se refiere a la condena de un deudor moroso (condemnation of a defaulting debtor). Estaría construido sobre un participio sustantivado *ad-diχ-tyo- (sic) o un nombre de acción *ad-diχ-ti- de un tema raíz *deyk-, aunque también sería posible que perteneciese a *dÊ°eygÊ°- ‘construir’. titas [Z.09.01, A-7] podría estar relacionado etimológicamente, a su juicio. El locativo en cuestión dependería del participio eisubos. La secuencia lutorikum eisubos atizai ekue kartinokum ekue lakikum ekue tirtokum silabur sazom significaría ‘para aquellos de los Lutoricos incluidos en la condena (y también aquellos de los Cartinocos, y de los La(n)cicos y de los Tirtocos), una cantidad satisfactoria de dinero’.
‒ ekue: palabra que aparece tres veces y que parece estar coordinando tres genitivos del plural de posibles genónimos: ekue kartinokum ekue lakikum ekue tirtokum. Conjunción fuerte procedente de *etkʷe, que tiene su confirmación en el Bronce de Novallas ECQVE. Ninguno de los tres genónimos está testimoniado, aunque tanto lakikum como tirtokum tienen buenos elementos comparativos, el primero con la serie del topónimo lakaz [Mon.77] y el segundo con la raíz del numeral ‘tres’.
‒ silabur: aparece también este término en la tercera línea del [Z.09.01], primera cara y puede estar haciendo referencia al otro término indoeuropeo para la plata o dinero.
‒ sazom: si la palabra anterior es de género neutro, sazom podría estar concordando con ella y pertenecer al paradigma de un demostrativo. Prósper lo analiza como < *satyo-, adjetivo de una raíz *seh2- (cf. latín sătis), que aparece en irl. ant. saithe ‘gran número, multitud’, galés haid, bretón hed. La expresión significaría ‘suficiente dinero, una gran suma de dinero’ y recuerda a maromizom de [CU.00.02, -7] < *mÄro-mizdom.
‒ ibos: Tiene aspecto de un D.Ab.pl. de un pronombre o anafórico demostrativo *i-s, *i-d, aunque cabrían otros análisis.
‒ esatui: D.sg. de un tema en -o. Prósper lo analiza como *eks-ag-to- > *eχs-aχ-to-, que relaciona con el latín exigo. Dados los diferentes significados que puede tener esta palabra en latín y aceptando que esatui sea la última palabra del documento, establece un paralelismo entre la secuencia de [CU.00.02, -5/6] iskuez esaikos (silabur) zizeti: ‘whoever gives (money) being (previously) indebted’ (donde esaikos sería un nombre de agente *eks-ag-yó- de la misma base) y silabur sazom ibos esatui (tatuz) ‘(give) money enough to settle the debt with them’ (lit.: ‘to the settling with them’) / ‘pay money enough for what is owed to them’ / ‘pay money enough for what is demanded by them’.
Para de Hoz podría tratarse de una pieza de archivo, dado que no tiene orificios para ser colgado, y que está escrito en el material más duradero que conocía la epigrafía de la época. Además, podría formar parte de un lote de dos o más láminas, lo que apoya la propuesta de Prósper para quien el documento en cuestión no está completo (idea que ya había sostenido en Villar - Prósper 2005). Esto afecta a la no posible aparición del sujeto del primer verbo tures, así como del determinado de kelaunikui, quizá por hallarse en otro texto que no poseemos. Además, debido a la naturaleza que le confiere al mismo documento también se habría elidido un verbo principal al final, posiblemente tatuz, ‘que se dé’. El final del texto lo tenemos, dado el espacio libre del final.

 OBSERVACIONES PALEOGRÁFICAS:   Ver en ventana emergente  

Alografía: a4; e3; i; o3; u1; l2; r5; m1; n2; s1; z1, más o menos angulosa; el signo de ba está escrito con una variante angulosa; bo1, que, según Jordán, podría apuntar en realidad a una forma ta para [ta], porque de lo contrario no aparece este silabograma en un texto de esta extensión y además, en la línea última aparece la variante bo3; bu; te3, con el trazo interior inclinado; ti1; to1; variante de tu3, pues el trazo vertical no atraviesa todo el interior del signo; ka3; nueva variante de ke, parecido a una A latina, pero con el trazo interior un poco inclinado; para la ki los grafemas oscilan entre una casi Z latina y una ki1 sinistrorsa; ko1; ku2.
Para F. Rubio el signario es un signario de transición entre las variantes oriental y occidental del semisilabario celtibérico. Este autor hace una extensa descripción de los signos utilizados.
Parece que el texto no presenta oposición gráfica, es decir, que no hace uso del sistema dual de escritura, a pesar de utilizar dos alógrafos diferentes para algunos de los signos como son: bo, ti y ki (lineas 2 y 9).


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