La inscripción va de izquierda a derecha siguiendo la lÃnea del borde superior mayor de la pieza. La segunda palabra, kar, está en el borde derecho, de arriba hacia abajo.
La comparación con [Z.04.02] uetitanaka : kar, [P.03.01] uirouiaka : kar, [SP.02.27] oilaunika / kar, [TO.03.01] segisamaka : kar, [SP.02.09] okelaka : kar, y [SP.02.10] uskika : kar, invita a pensar que nos encontramos ante la misma estructura sintáctica, aunque con una particularidad morfológica en la primera palabra. Tal y como exponÃan Villar y Untermann, siempre sobre una lectura no dual, el adjetivo correspondiente se habrÃa formado con el sufijo derivacional -ino- en lugar de -ko-. Una vez separado el morfema derivacional quedarÃa kateraika (o tal vez kateraikom). De nuevo, la forma podrÃa ser segmentada en kater(a)-aika, con lo que se llegarÃa a una base kater(a). Teniendo en cuenta el valor de las grafÃas ka y te, consideraban las siguientes posibilidades: katera, kadera, gatera y gadera. De estas, la última coincide nada menos que con el topónimo antiguo de la actual Cádiz: ‘gdir en fenicio, ΓάδειÏα en griego y Gadir en latÃn. La i ante vibrante se abre fonéticamente, lo que quedó reflejado en la escritura mediante un silabograma con e. Pues bien, a partir de una forma *gadera se crearÃa un sintagma del tipo ‘ciudad de Cádiz’, que en celtibérico quedarÃa como *urbs gaderaika. Se elidirÃa el apelativo, lo que provocarÃa que lo que en principio era un adjetivo se convirtiese en un topónimo, *gaderaika. Este fenómeno se da con Lutia → urbs Lutiaka → Lutiaka, actual Luzaga. Por fin para formar un adjetivo se añadirÃa un sufijo derivacional, -ino-, de donde gaderaikina. La conservación de la dental intervocálica puede deberse a que se tratarÃa de un préstamo posterior a la ley fonética.
Traducción: ‘Pacto gaditano’. Es un pacto unilateral.
Varios autores (de Hoz, Simón Cornago) dudan de que la ciudad a la que se refiera el documento sea Gadir, por estar fuera del medio geográfico céltico de Hispania y porque el hecho de que la ciudad fenicia expidiese un documento oficial empleando la lengua y escritura celtibéricas es difÃcil de aceptar.
De hecho, sin aplicar la lectura dual, la ciudad podrÃa denominarse *katera (o *kantera, etc.), bien *gatera (o *gantera, etc.), cuya existencia se desconoce. Si aplicamos la lectura dual, entonces las posibilidades se reducen a *kadera (o *kandera).
La forma de la pieza (igual a una supuesta ¡tésera paleocristiana!, también de la colección Turiel); su paleo-epigrafÃa, con dos alógrafos bastante diferentes para un teórico mismo sonido; y la estructura del adjetivo que aparece hacen sospechar de esta pieza. En Beltrán et alii 2009 y Simón 2013a se cataloga como suspecta.
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