La inscripción se compone de tres textos (A, B y C). Parece que la parte superior se conserva completa, pero la derecha no es seguro, por lo que quizás falte alguna letra. El texto se ha grabado con trazos tenues, con la simple fuerza de la mano, a excepción de la segunda lÃnea y los cinco primeros signos de la tercera, repasados con un segundo trazo más profundo.
El texto A se compone de once lÃneas, de las que sólo se conservan unos pocos restos. Los más claros se encuentran en las lÃneas 1, 9, 10 y 11. También se conservan restos de lÃneas guÃa en los renglones 6 y 8-11. La distancia entre ambas secuencias de letras hace plantear a los editores la existencia de un cuarto texto, pero lo descartan, ya que el tipo de letras de ambos parece similar.
A principio de la primera lÃnea de A podrÃa existir alguna letra más, pero esa parte ha sufrido un golpe que impide apreciarlo.
En la primera lÃnea de A entre la "M" y la "P" hay un espacio de 5 cm, lo que lleva a pensar en dos palabras diferentes. Y al final de la lÃnea, a 6 cm del borde derecho, se aprecia una "V" de 1 cm de alto, que no se ajusta al espacio disponible, mayor que para el resto, pero que parece encuadrarse en la lÃnea guÃa y el canto superior. Delante de ellas hay rastros de dos letras no identificables.
Las lÃneas 2-8 han sido borradas para grabar el texto B, pero se conservan algunos signos de la lÃnea 9. Esto quizás se deba a que el texto B era más corto que el A, y por ello no se borraron con tanto cuidado las letras de esa lÃnea, tanto como el resto. Se identifica una "R" con seguridad y se aprecia la parte inferior de una "B", ya que la parte superior está afectada por un golpe. En la siguiente lÃnea, la 10, se ven dos "X", quizás parte de un numeral. Tras ellas quizás hubo una letra, y después se aprecian restos de dos signos, pero no se pueden identificar. A continuación, en la lÃnea 11, al comienzo, se ve una "X", delante de la cual parece haber restos de dos letras más, y al final de la lÃnea se identifican otra "X" seguida de una "I", lo que lleva a pensar en otro numeral. Simón Cornago difiere de ello y cree que se trata de cálculos del quadratarius.
Para el texto B hay trazadas al menos cuatro lÃneas de pautado, de incisión profunda, que se corresponden con dos lÃneas de A. Sólo los signos de la primera lÃnea y los cuatro primeros de la segunda lÃnea de B se perciben claramente. El resto están muy borrosos, y no por erosión, sino que los editores piensan que el texto B fue preparado para la grabación mediante el trazado de unas lÃneas guÃa y la insinuación de las letras para su posterior incisión. Sin embargo, sólo los signos ya citados como claros fueron grabados completamente y después la tarea se abandonó. El motivo puede deberse a que la pieza fue deshechada por algún error de escritura o bien por alguna otra razón desconocida. De todos modos parece que el texto de B no superaba la tercera lÃnea, pues no se aprecia ningún trazado de letra con las mismas medidas.
El texto C sólo está compuesto por una letra, a saber, una "A", cuyo tamaño es mayor a los demás signos. Se encuentra grabado en el extremo inferior izquierdo, en la fractura de la pieza, y con poco cuidado. En su interior se aprecia una marca pequeña. Para Simón Cornago (2013) esta letra es muy dudosa.
En cuanto a la interpretación de A, fue el primero que se grabó. No se puede averiguar en qué lengua estaba escrito. Si se trata de un texto latino, el tamaño del mismo descarta que se trate de un epitafio o que tenga carácter cultual, ya que ambos tipos suelen ser mucho más breves, y más en época republicana. Quizás se trate de un tipo de documento jurÃdico, que puede relacionarse con algún reparto de tierra o algún tipo de acción de carácter fiscal, por la inclusión de numerales en el texto. Pero el carácter parece que fue temporal, ya que la pieza fue reutilizada en poco tiempo.
El texto B, el más largo de los conservados, tampoco permite precisar en qué lengua está escrito. Pero sà es cierto que la presencia de una "P" impide identificarlo con una lengua céltica, lo que hace que probablemente se trate de una lengua indoeuropea. Los editores no descartan que pueda tratarse, incluso, de una lengua autóctona no indoeuropea como el protovasco.
Por último, el texto C, al ser tan fragmentario y estar afectado por la erosión no permite hacer valoración alguna sobre él.
Por otra parte, Simón Cornago tiene una opinión distinta a los editores de la pieza, y piensa que se trata de un único texto para el que se han marcado seis lÃneas guÃa, con seis cajas de escritura de similar tamaño (4/5,5 cm). En ellas se han escrito cinco lÃneas de texto, la primera y la última con letras más pequeñas. Todo escrito muy tenue, lo que le lleva a pensar al autor en un texto inacabado.
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