Signario ibérico meridional. El primer signo del segundo NP no tiene un valor fonético seguro. Cabe destacar la redundancia vocálica en el primer NP en la leyenda 2, kaankinai.
Estas leyendas carecen de topónimo: sólo exhiben el nombre de una pareja de magistrados. Pese a ello, es evidente que pertenecieron al entorno de Obulco, a juzgar por su enorme parecido formal.