Las primeras leyendas de la ceca, sobre moneda de plata, consisten en el NL, śaitabi, seguido de términos relativos a la denominación de la moneda probablemente ("kitar"-"ban" y "etar").
Con el cambio al bronce, la leyenda es básicamente "śaiti", con la excepción de los rótulos śai-abi y śaitir. Ripollès confirma en el primero la presencia a un signo a en vez de ta, justificándolo como una forma sincopada del topónimo. (Ripollès 2007: 23). En cuanto a "śaitir" para Tovar, era la abreviatura de "śaitabietar".
El resto de rótulos, todos en anverso, son relativos a un NP (ikoŕtaś), a marcas de valor (eba, ekeke / e<<) o tienen una interpretación comprometida (be, l).
La última emisión de esta ceca es bilingüe. En ella se mantiene la leyenda "śaiti "en reverso y se añade la latina Saetabi.
Se discute cuál es el nombre de la ciudad, si śaiti o śaitabi, puesto que ambos aparecen en los rótulos monetales. El primero se grabó en la mayoría de leyendas y el segundo, en las primeras leyendas seguido de varios sufijos (cf. Moncunill 2007: 57). A favor de la interpretación de śaiti como topónimo completo están las piezas con leyenda śaitir, donde -r es entendido como un sufijo similar al de iltiŕtaŕ, ilbeŕiŕ y abaŕiltur (cf. MLH I, p. 237, Siles 1985: 305) pese a que la vibrante no es la misma en todos los casos.
A favor de la segunda opción abogan las leyendas sobre las primeras dracmas śaitabietar y śaitabikitarban, cuya estructura es similar a otras de arse, arseetar y arskitar. Además, las fuentes literarias aluden a ella como Saetabis (por ejemplo, Str. III, 4, 9; Ptol. II, 14; más referencias en Ripollès 2007: 13-115), y también las epigráficas (CIL II 3625, 3655; CIL VI 16247; CIL XIV 3795) entre las que sobresalen los conocidos vasos de Vicarello (CIL IX 3281-3284).
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