El primer elemento decorativo que observamos es la destacada lÃnea horizontal existente sobre el texto; a continuación, en una primera lÃnea, hay una cruz cristiana, seguido de la letra A, nexada junto a una V. La I está a continuación, aunque no muy marcada y, en principio, sintetizada a tres puntos dispuesto triangularmente. Tipológicamente es uno de los signos más sencillos, representado por una lÃnea. Esta letra conceptualmente está formada por la unión de dos puntos, y no tres. Por tanto, creemos que en el anillo encontramos un recurso estilÃstico del grabador.
Por otro lado, en el segundo renglón encontramos TA, sin mayores complicaciones, si bien la última A no posee la misma ejecución que la primera descrita, con travesaño invertido. En cualquier caso, la A con travesaño invertido es un rasgo paleográfico común de los periodos romano y visigodo. La alternancia de las dos A también es frecuente. La ausencia de un travesaño invertido en la segunda A, no tiene por qué deberse a falta de espacio; de hecho, el grabador podrÃa haberlo hecho, y aunque la segunda A es más pequeña, todavÃa habrÃa cabido un travesaño invertido. (MartÃnez Chico 2020, 147)
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