Acceso a la base de datos de la Narbonense
En esta sección se recogen las inscripciones paleohispánicas procedentes del Sur de Francia, la mayoría de las cuales se localizan en oppida y plazas comerciales de la región narbonense. Las que se conocían en 1980 fueron editadas en el vol. II de MLH, donde forman la región epigráfica B. Las inscripciones están repartidas geográficamente por las siguientes zonas:
a) zona litoral de la Narbonense, desde la frontera hasta el río Hérault, donde destacan los yacimientos de Ensérune, que ha proporcionado uno de los conjuntos epigráficos más ricos tanto en su hábitat, como especialmente en su necrópolis, y de Pech Maho, con textos de índole mercantil, como sus plomos. Hay que añadir los yacimientos de Elne (ant. Iliberris) y Château-Roussillon (Ruscino), a los que se suman hallazgos más puntuales en otros lugares de la costa.
b) Las inscripciones rupestres de la Cerdaña, tanto las procedentes de Francia como de España.
c) Los tituli picti o dipintos de Vieille-Toulouse, que constituyen un conjunto homogéneo de inscripciones de marcado carácter comercial.
d) Hallazgos desperdigados, algunos alejados de contexto, como las fiales de Vielle-Aubagnan. (Mapa de hallazgos)
La región participó desde el siglo VI a.C., al igual que la contigua costa norte catalana, de los contactos comerciales con los pueblos colonizadores, especialmente griegos y etruscos, que dejaron testimonios epigráficos en sus lenguas. Los más antiguos textos ibéricos, procedentes de la necrópolis de Ensérune, se escribieron sobre cerámica ática de importación de fines del s. V o comienzos del IV a. C. Los textos ibéricos de la zona, especialmente los de Ensérune, muestran también la presencia de galos, detectables en su onomástica personal. Los dipintos de Vielle-Toulouse son testimonio de la inclusión de la región en la órbita económica ítalo-romana, antes del cese de la utilización del ibérico a favor del latín.
El corpus respeta la ordenación establecida por Untermann en su MLH II, aun cuando algunas inscripciones tomadas como ibéricas por Untermann se hayan interpretado de otra forma por la investigación posterior (p. ej. la galo-etrusca de Ensérune). De esta forma se logra mantener en lo posible una correlación exacta entre la Referencia MLH y la Referencia Hesperia.
La referencia Hesperia remite en sus letras iniciales a la abreviatura del departamento francés en que se halla la localidad del hallazgo. La lista de abreviaturas es la siguiente:
Así el fragmento de cerámica ática de Ensérune que lleva la referencia B.01.003, será HER.02.003. Hemos ofrecido Referencia MLH, con indicación SUP, de aquellas inscripciones que fueron estudiadas por Untermann en su Suplemento inédito; así el primer plomo de Pech Maho lleva la Ref. MLH B.07.34.SUP, que corresponde a la Ref. Hesperia AUD.05.34. Las inscripciones descubiertas con posterior a la redacción del Suplemento no llevan Ref. MLH, aunque se ha indicado su pertenencia a la región epigráfica B.
Desde que Maluquer de Motes se percatara en 1968 de que algunos signos silábicos presentaban un trazo adicional al signo estándar, cuya función podía ser expresar la diferencia de sonoridad de la oclusiva implicada, la investigación posterior ha llegado al convencimiento de que en ciertas zonas y épocas, especialmente en la zona catalana y narbonense, se utilizó un signario que hacía una distinción sistemática en la sonoridad de las oclusivas. En los casos más claros –sobre todo en aquellos elementos que cuentan también con una transmisión en alfabeto latino o greco-ibérico– se ha comprobado que el signo con trazo adicional representa la oclusiva sorda, mientras que el signo sencillo anota la oclusiva sonora. La investigación reciente ha puesto de manifiesto que este sistema dual estuvo en vigor en los primeros siglos de la expresión epigráfica, especialmente en los siglos IV y III a. C., siendo sustituido por un sistema simple (y defectivo) en las fases más tardías, a partir de fines del s. III o comienzos del s. II a. C.
En una edición moderna de textos ibéricos era imposible dejar de lado esta distinción que es a todas luces significativa. Así, desde el momento de la apertura del Banco de Datos Hesperia se ideó un modo de trascripción, que diera cuenta de la diferencia existente en las inscripciones, constituyendo una clara diferencia con el modo de MLH. Dado que aún no se conocían muchas características de los signos y de sus usos en los diferentes territorios y lenguas, dada la existencia de ciertas contradicciones, se prefirió una transcripción no interpretativa, sino meramente descriptiva. Es decir, se decidió transcribir con sílaba acentuada (tá) aquel signo que tiene el trazo adicional, dejando la trascripción tradicional (ta) para el signo simple. Este ha sido el modo de transcripción utilizado hasta abril de 2022.
Los avances en el conocimiento de los diferentes sistemas de escritura paleohispánicos, obtenido tanto a partir del hallazgo de nuevas inscripciones duales como del estudio exhaustivo de todo el material, han demostrado que los signarios duales, en los que se diferencian los silabogramas de las oclusivas dentales y guturales según su sonoridad, fueron utilizados no solo en otras zonas del dominio ibérico diferentes de la Narbonense y Cataluña, como es el Levante, sino también en celtibérico.
El conocimiento actual sobre el uso de distintos signos simples y marcados en la epigrafía ibérica nororiental y celtibérica nos permite realizar ahora una trascripción interpretativa de las inscripciones. Ello quiere decir que el editor decide, en virtud de criterios formales explícitos (como la presencia estadísticamente suficiente de ambos signos simple y marcado para un mismo punto articulatorio, p. ej. /da/ y /ta/, o la co-presencia coherente de signos para sonoras y sordas, p. ej. /da/ y (/ki/) junto con criterios cronológicos y contextuales, si una determinada inscripción es dual o compatible con dual o bien es no-dual, compatible con no-dual o indefinida, expresando dicha información en el campo apropiado de la ficha.
Las inscripciones duales y compatibles de serlo (y solamente ellas) se trascriben en tipo de letra negrita cursiva, siendo los signos silábicos marcados transcritos mediante sorda y los simples, mediante sonora: p. ej. bigilako (HER.02.013). El resto de las inscripciones, que no son positivamente duales o compatibles de serlo, se transcriben al modo tradicional hasta ahora, es decir, en negrita redonda usando solamente la serie sorda como representante único para la pareja: p. ej. śenikate[ (HER.02.286), siguiendo en ello el criterio empleado en el Lexicon der iberischen Inschriften / Léxico de las inscripciones ibéricas [MLH V.2]. Nuestra transcripción no dual ha mantenido, sin embargo, la distinción entre signo sencillo (ta) y complejo (tá), tal como se venía haciendo previamente en Hesperia, a fin de no perder una información que puede ser necesaria para la clasificación ulterior de muchas inscripciones indefinidas o para el estudio de la evolución de las variantes.
Dado que no disponemos de un corpus unitario de cada variante epigráfica del signario ibérico levantino o nororiental –que está siendo elaborado– los comentarios epigráficos en la ficha de inscripciones que pertenecen a la región Narbonense se refieren a las variantes establecidas por Untermann en su volumen II de los MLH, pp. 49-58. Las transcribimos a continuación para comodidad del lector:
Signario levantino o nororiental
Mapa 1: Yacimientos en la zona oriental de la Narbonense con su referencia Hesperia. Mapa sensible: click sobre los yacimientos de Pech Maho, Ruscino, Ensérune y Lattes para ver fotos del yacimiento.
Mapa 2: Vista general de los yacimientos de la Narbonense con su referencia Hesperia (Mapa sensible: Vieille-Toulouse).